Valentina Ieri
Si bien la tecnología otorgó mayor libertad para expresarse a millones de personas, en los 10 países con mayor censura del mundo ese derecho básico solo existe en la letra, si es que existe.
Un informe del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en inglés), presentado oficialmente este lunes 27 en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, denuncia que la mayor censura se produce en Eritrea, Corea del Norte, Arabia Saudita, Etiopía, Azerbaiyán, Vietnam, Irán, China, Birmania y Cuba.
“Estos países utilizan una extensa gama de tácticas tradicionales de censura, que incluye el encarcelamiento… (y) el acoso de los periodistas, los juicios a la prensa local y la prensa independiente”, declaró Courtney Radsch, de CPJ.
Según el censo penitenciario realizado por CPJ en 2014, Eritrea es el país africano que más periodistas tiene en la cárcel, con al menos 23. Ninguno de ellos fue procesado en los tribunales ni acusado de un delito.
De los demás países que integran la lista con mayor censura, China mantiene a 44 comunicadores en la cárcel; Irán, 30 y Etiopía, 17.
En los países que suelen encarcelar a los periodistas que realizan coberturas críticas del Gobierno, muchos trabajadores se ven obligados a huir en lugar de correr el riesgo del arresto, según el informe.
“Si usted es periodista en Etiopía se enfrenta a una cruda elección. Se autocensura sus escritos, termina en la cárcel o se exilia de su país”, advirtió Felix Horne, investigador especializado en África de la organización Human Rights Watch (HRW).
Según el informe ‘El periodismo no es un crimen’, publicado por HRW en enero, más de 30 periodistas huyeron de Etiopía en 2014. Seis de las últimas publicaciones independientes cerraron y al menos 19 periodistas y blogueros estarían en la cárcel por ejercer su derecho a la libertad de expresión.
Etiopía y Eritrea aplicaron sus respectivas leyes antiterroristas para silenciar las voces disidentes y atacar a políticos opositores, periodistas y activistas, denunció Horne.
Las formas tradicionales de censura se acompañan ahora de estrategias nuevas, más sutiles y rápidas, como las restricciones de Internet, la regulación de las leyes de medios de comunicación y de prensa, y la limitación de los dispositivos móviles.
El informe del CPJ dice que, con el fin de evitar una “primavera árabe” en Eritrea, las autoridades limitaron mucho el acceso a Internet, sin que exista posibilidad de recabar información independiente.
Radsch señaló que la recopilación de información pública mediante el acceso local a Internet, el derecho a la banda ancha, es reconocida por la ONU como un derecho humano fundamental. Pero en Eritrea y Corea del Norte, así como en Cuba, no se permite Internet en la práctica. El acceso a los teléfonos móviles también está restringido.
El CPJ también pidió a la comunidad internacional que asegure que los Estados no empleen las leyes antiterroristas de forma ilegítima para fortalecer aun más la censura contra los medios.