El licenciado Lenín Moreno se había molestado porque, un par de días después del balotaje, que tuvo lugar el 2 del presente mes, en una rueda de prensa, un periodista le había dicho “licenciado” y entonces él le increpó porque consideraba irrespetuoso que no lo haya tratado de “Presidente electo” y la verdad es que entonces no era tal, ya que el CNE no había proclamado aún los resultados de la votación.
Si bien es un asunto sin importancia, demuestra el cambio de talante del futuro mandatario, y originó que, como demostración de crítica a su actitud, muchos políticos, comentaristas, etc., lo traten desde entonces con ese título.
El locuaz Presidente del Consejo Nacional Electoral anunció el 4 de abril el triunfo “irreversible” del binomio Moreno-Glas, lo cual fue calificado de prevaricato, y el 18 confirmó los resultados, que ahora si le da la calidad de Presidente y Vicepresidente electos a los integrantes del binomio de Alianza País, luego de que se cumplió el recuento parcial de las actas impugnadas por Guillermo Lasso, quien no da su brazo a torcer, pese a que ya están “oleados y sacramentados” por dicho organismo electoral el número de votos, porcentajes, etc.
Al nuevo Mandatario que, según dispone la Constitución vigente, prestará juramento ante la Asamblea Nacional y asumirá sus funciones el 24 de mayo, se le imputa que es muy dependiente del presidente Rafael Correa, pero él afirma que gobernará sin presiones de nadie y que imprimirá su estilo propio, con base en el diálogo y respeto y reitera que extiende su mano a todos los ecuatorianos para trabajar unidos para la solución de los problemas existentes y lograr el progreso del país. En algunas ocasiones ha expresado su discrepancia con actuaciones del actual Gobierno, aunque, así mismo, más de una vez ha rectificado luego.
Lenín Moreno obtuvo el título de licenciado en Administración Pública en la Universidad Central, especializado en terapia mediante el humor, materia sobre la cual ha escrito varias obras, entre ellas “Trompabulario”, “Ríase, no sea enfermo”, etc. Antes estudió medicina cuatro años y psicología tres años, pero no llegó a graduarse. En 1988, durante un asalto, recibió un disparo en la columna vertebral, que lo dejó parapléjico. Fue Vicepresidente de la República en binomio con Rafael Correa y luego delegado de la ONU para atención a los discapacitados, con sede en Ginebra.
Hereda una situación muy crítica en materia económica, corrupción, desocupación, pobreza, efectos de una serie desastres naturales y un largo etcétera y, como yapa, la cantidad de sus propios ofrecimientos de campaña, varios de ellos demagógicos y difíciles de cumplir.
De todas maneras y, sobre cualquier discrepancia, los ecuatorianos debemos desearle éxito en su compleja tarea y poner el hombro por el bien de la Patria, tras una década, ganada para unos, nefasta para otros, en la que él tuvo distinguida participación.