El ‘ranking’ de Libertad Económica, publicado por el Instituto Cato, de Estados Unidos, y el Instituto Frasier, de Canadá, bien podría mirarse como una de las mejores predicciones sobre la prosperidad o el atraso de las naciones.
Según el último reporte -con cifras al 2010- publicado la semana pasada, Estados Unidos, por mucho tiempo considerado el abanderado de la libertad económica, ha experimentado un declive sustancial en la última década. Desde 1980 hasta el 2000 fue calificada generalmente como la tercera economía más libre del mundo, ubicándose por detrás solamente de Hong Kong y de Singapur pero, a partir de ahí, ha caído estrepitosamente en el ‘ranking’, pasando del segundo lugar en el 2000 al 19º en el 2010.
La declinación de EE.UU. en el ‘ranking’ durante los últimos 10 años, es un hecho que debería preocupar mucho a sus líderes. A fin de cuentas, no había sido una coincidencia que la nación más próspera de la historia de la humanidad, sea también la de mayor tradición de libertad económica.
Por otro lado, China ha venido escalando posiciones en el índice desde los años 80, en que sus líderes decidieron abrir y liberar la economía más poblada del mundo. Este gradual proceso de liberalización promovió el impresionante crecimiento económico de los últimos 30 años, que convirtió a China en la segunda economía mundial. El caso chino además parece mostrar que para alcanzar la prosperidad la libertad económica puede resultar más importante que la libertad política.
En Latinoamérica, la separación entre las naciones que avanzan en una senda de libertad económica y aquellas que no, es cada vez más evidente y con parecidos resultados.
Desde los años ochenta, Chile ha venido escalando consistentemente posiciones en el ‘ranking’ y hoy es la décima economía más libre del mundo. A la par se ha convertido en la nación más próspera de la región y se encuentra a un paso de incorporarse abiertamente al primer mundo. Colombia y Perú, que también han mejorado paulatinamente su posición, son hoy dos de las economías más dinámicas de Latinoamérica.
Por el contrario, Venezuela y Ecuador, que a inicios de los ochenta estaban mejor posicionados en el ‘ranking’ que muchos de sus vecinos latinoamericanos, hoy son dos de las economías con menos libertad económica en la región. Más de una década de socialismo han llevado a Venezuela al último lugar del ‘ranking’ 2010, mientras que Ecuador mantiene el mismo índice de libertad económica que tenía en 1980, situación que probablemente ha empeorado dramáticamente en los dos últimos años que no cubre el reporte.
La tendencia histórica de Ecuador en el ‘ranking’ de libertad económica, no sólo muestra que la tan mentada “larga noche neoliberal” no pasa de ser una leyenda urbana, sino también que Ecuador continúa avanzando impávido en la vía equivocada hacia la prosperidad.