En este preciso momento, su cerebro está realizando una extraordinaria tarea… leer. Sus ojos siguen la página en movimientos espasmódicos cortos. Cuatro a cinco veces por segundo su avance se detiene lo suficiente para reconocer una palabra. Ud. no está enterado, desde luego, de estas abruptas paradas e inicios para tomas de información.
Solo el sonido o el significado de las palabras llega a su mente consciente. El complicado mecanismo que ha desarrollado quien lee, ha permanecido por siglos como un misterio que recién ahora se está develando.
Los avances en neurociencias y métodos de neuroimagen que permiten observar el cerebro viviente mientras realiza tareas, nos revela en cuestión de minutos, las áreas cerebrales que se activan mientras desciframos palabras escritas. Esto se ha convertido en una verdadera ciencia de la lectura y el conocimiento de los mecanismos está cambiando completamente la visión de los trastornos de aprendizaje, en especial, tratar trastornos tan incapacitantes como la dislexia.
Leer es el resultado de la evolución humana y constituye uno de los factores fundamentales de la cultura. Nos ha dotado de una herramienta que nos permite “escuchar a los muertos con nuestros ojos” y compartir el pensamiento de pensadores del pasado.Curiosamente una de las grandes amenazas a la lectura es uno de los grandes avances de la humanidad en comunicación, el Internet.
Según Nicholas Carr el Internet está llevando a las nuevas generaciones a convertirse en seres superficiales e incapaces de profundizar en el conocimiento, pero eso sí, llenándose de información. El Internet ha generado una nueva clase de lectores, que se sienten cómodos leyendo y navegando por la Red; incluso a partir del rápido desarrollo de nuevos medios de comunicación electrónicos como los teléfonos inteligentes, ha surgido igualmente un nuevo lenguaje; el lenguaje del chat, el cual tendremos que ir aprendiendo y/o acostumbrándonos.
Consiste en el reemplazo de palabras por símbolos y letras que fonéticamente son equivalentes, ayudados además por caras y gestos que representan emociones, cambios de pronombres y artículos, así como omitir ciertas letras.
Hay críticos que relacionan el descenso cultural y el creciente desconocimiento de las reglas más básicas de la lengua escrita con el nacimiento del lenguaje chat.Uno de los graves problemas derivados a la falta de contacto con libros y lectura de verdad, es la mala ortografía de la que ahora somos testigos cuando leemos correos electrónicos, twits o mensajes de texto, que realmente hacen que duelan los ojos, todo esto incluso a pesar de que los teléfonos inteligentes y las computadoras cuentan con correctores de ortografía integrados y automáticos. Cómo sería si no existieran, no quiero ni imaginarlo.