¡Jesús para ateos!

El erudito columnista, Gonzalo Maldonado, escribió el artículo “Jesús para ateos”, (EL COMERCIO, marzo 31, 2013), en que se refiere a Jesucristo, como el “personaje… con ideas tan poderosas que a pesar de haber sido dichas hace miles de años, siguen vigentes hasta el día de hoy… aun cuando el debate sobre su existencia real… es cada vez mayor…”. Se apoya en el libro “La puta de Babilonia”, de Fernando Vallejo. Pero señala: “…es incuestionable que sus ideas crearon una nueva forma de entender el mundo en Occidente”. Cita a Hubert Dreyfus y Sean Dorrance Kellyque reconocen “la extraordinaria contribución filosófica (de Jesús)… que señaló la existencia de un mundo interior en cada uno de nosotros… pone énfasis en los deseos e intenciones personales… no sólo en el cumplimiento de las leyes externas…, que nos veamos como personas para escoger entre el bien y el mal y, sobre todo,… con capacidad para dar sentido al mundo exterior”. Maldonado, con evidente sutileza filosófica, concluye: “…en estos días que han celebrado la muerte y “supuesta resurrección” de Jesús, vale la pena reflexionar sobre su legado intelectual y moral… podría ayudar a los nuevos sistemas filosóficos a salir del nihilismo extremo… Talvez sea hora de reflexionar en un Jesús para ateos o, por lo menos, para agnósticos…”. Esta recomendación queda a medio camino, si no toma en cuenta, el verdadero legado, integral, trascendente, eterno y universal, de Jesús, Redentor Crucificado y Resucitado, Dios y Hombre verdadero, Salvador de todos los seres humanos, creyentes, indiferentes, nihilistas, agnósticos y también ateos.

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