Inquietudes nacionales

1. ¿Cómo poner en práctica una flexibilización laboral por sectores que no perjudique a los trabajadores y acepte la dirigencia sindical?

Lo que hoy vemos en el mercado laboral es el fracaso del sistema luego de décadas de aplicación, pues en lugar de haber conseguido la incorporación de una proporción significativamente mayor al mercado formal, con empleo adecuado, lo que ha prevalecido e incluso se ha incrementado es el subempleo, el empleo inadecuado y el desempleo, que en conjunto representan el 60% de un mercado de mano de obra precarizado, que no se resuelve con imposiciones ni castigos sino mediante incentivos alineados con las necesidades de una economía que deberá insertarse en el mundo tecnológico.

La reforma debe partir precisamente de la aceptación de esta lacerante realidad, producto de una mal configurada “protección” de los trabajadores, que a la final sólo ha llevado a excluirlos del sistema.

Esta reforma requiere de un análisis equilibrado para rescatar políticas eficientes para el sector laboral, encontrando un balance sostenible entre los derechos de los trabajadores y las necesidades de conseguir un sistema con reglas claras de eficiencia que permitan incorporar al mercado formal a la mayoría de trabajadores que hoy forman parte del informal, muchos silenciosos, abatidos, sin derechos y peor, beneficios.

El concepto de flexibilidad debe cubrir a todo el universo laboral, sea a tiempo completo o parcial; donde se atienda, por ejemplo, las características de empleo de aquellas actividades sujetas a comportamiento estacional muy marcado; donde se cuiden los derechos de los trabajadores y se acepte la temporalidad de la relación. Es más, urge necesidad de dejar establecido el estrecho vínculo entre la productividad, competitividad y salario, en lugar de la inflación, más aún, si se desea preservar la dolarización.

2. ¿En qué tiempo se podrían sentir los efectos benéficos de la derogatoria de la Ley de Plusvalía?

Depende de los términos de esa derogatoria, del acompañamiento de otros cambios en el tratamiento a la inversión, en especial vinculado con el respeto y estabilidad de normativas tributarias, de la forma como se restituya el principio de sociedad anónima, de los cargos a los derechos hereditarios y las ganancias ocasionales de capital.

Esta decisión no puede estar huérfana de parientes que la acompañen en su retorno a la realidad nacional y eso se verá en la configuración de un plan integral de desarrollo, de crecimiento socioeconómico y de empleo nacional.

3. ¿Son aplicables al Ecuador las tres lecciones claves de la crisis asiática a los 20 años de su presencia?

Por supuesto. Y no sólo esas que se refieren al mantenimiento de los macro equilibrios, a la profundización de la intermediación financiera y a una mayor cooperación regional para reforzar las redes de seguridad financiera, sino además al desarrollo políticas de incorporación tecnológica que exigen mayores estándares educativos, a la decisión de abrir las fronteras mediante acuerdos que cuiden los sectores vitales que requieren tiempo para una mayor competencia y más que nada a una política tributaria estable y sensatamente diseñada.

La crisis asiática es otro episodio que le recordó al mundo las consecuencias de los desafíos que demanda la racionalidad y los principios de manejo equilibrado de las economías, sin descuidar el permanente monitoreo de los cambios que se producen con la incorporación de mejores conocimientos. El desarrollo es un proceso de aprendizaje nunca concluido.

4. Comente sobre la colocación de USD 2 500 millones en Bonos.

Tienen las mismas características de sus antecesores. Son muy caros. No guardan relación con la realidad de la economía y aprietan la cuerda que estrangula las finanzas públicas. Todo lo que se estima recaudar con el aumento del impuesto a la renta de las empresas, si se lo consigue, apenas si alcanza para cubrir los intereses de estos bonos, con los cuales, y sumando la operación del FLAR y la del BCE, ya superan los 10 000 millones en este año. Por este camino, la apuesta tiene resultado macabro, que por ningún motivo se puede endosar a los ecuatorianos.

5. ¿Los ajustes anunciados por el Presidente son un plan económico o solo anuncios aislados?

No aborda los temas de fondo. Alivia algunos problemas puntuales, pero deja en el camino las piedras grandes con las cuales el gobierno anterior bloqueó las iniciativas privadas. Toda la institucionalidad de la política económica sigue incólume. El nudo de desfinanciamiento endógeno continúa sin ninguna señal de enfrentamiento y corrección.

6. ¿Qué opina sobre las acciones recientes de la Contraloría?

Cumple con su obligación. Esperemos que mantenga objetividad y sus informes sean reflejo de la defensa del interés público. Está en deuda con la sociedad pues permitió la multiplicación de hechos delictuosos con su complacencia y participación. Otra vez hay que devolverle facultades acusatorias, pero el nombramiento de su representante debe realizarse bajo una modalidad que asegure la idoneidad del escogido.

7. El Gobierno detectó fallas de contratación en 640 proyectos, diferencias con el precio inicial y dijo que se requerirán USD 1 000 para su terminación. Su opinión.

¡Qué vergüenza! Todos los días las noticias de corrupción llenan los medios y la justicia demuestra lo lejos que se encuentra de atender a estos numerosos casos con oportunidad y de forma ejemplarizada.

¿Quién va a pagar por estos daños? ¿Acaso se piensa que todos? ¡Eso es intolerable! Contratantes y contratistas deben hacerlo. Ya es hora que respondan por tanto daño.

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