Inquietudes nacionales

1. ¿Qué opinión tiene sobre el estado de la balanza de pagos?

Tiene dos elementos que complican su resultado: el déficit comercial y la dependencia en el ingreso de créditos externos del sector público, indispensables para atender el alto servicio de su deuda internacional.

De ahí se desprenden dos brechas: la de cuenta corriente, que oscila entre el 2,5% y el 3% del PIB y la de amortización de la deuda externa que, dependiendo el año, puede llevar a una brecha total (que incluye lo comercial) de 8 000 millones de dólares anuales.

Y esto, solo para equilibrar los flujos, suponiendo que no hay salidas especulativas de capitales privados. Obviamente, este monto depende de la forma cómo actúe la política económica, pues bajo un ambiente de restricción monetaria-en vigencia-, los resultados de la balanza de pagos (en cuenta corriente) pueden ser menos estresantes.


El otro tema es el relativo a la competitividad. A mediano plazo, parece complicado sostener una política promotora de exportaciones bajo las condiciones actuales.

La revalorización del tipo de cambio real, producto del encarecimiento interno de la producción (por diferenciales de inflación que recoge todo el andamiaje de decisiones vinculadas principalmente con la tributación y los salarios), a lo cual le acompaña la ausencia de acuerdos comerciales y la carencia de márgenes fiscales para ofrecer incentivos tributarios, no permite mirar la solución del estrangulamiento financiero, por esta vía con mucho optimismo.

La minería puede ser un producto que aporte recursos, pero para diversificar las exportaciones, el manejo del concepto de “Competitividad y Eficiencia” deberá tener un sitial superior en la escala de prioridades nacionales.


2.-¿Se tiene una idea del monto al que alcanzan las demandas 
internacionales contra el Gobierno nacional?

De lo que se conoce por informaciones oficiales, en este caso provenientes de El Telégrafo (27-10-15), el Ecuador enfrentaba a esa fecha 24 arbitrajes internacionales, que le podían costar, si pierde todos, versión extrema y poco probable, 14 000 millones de dólares.

De cualquier manera, si se cavila que el país gana la mitad de lo reclamado, lo que le quedaría por pagar es un dato que produce escalofrío.


3.-¿Podrá el Ecuador mantener la producción petrolera actual?

Ese es el reto que tiene la política económica. No es el único, pero tiene un alto nivel de importancia en la perspectiva del próximo quinquenio. En lo que va del año, no ha podido sostenerla. Ha perdido entre 20 000 y
 30 000 barriles diarios, y puede subir.


El punto crítico es el financiamiento de la operación diaria. Si el Gobierno entrega todos los recursos que requiere Petroecuador y Petroamazonas para operar los campos bajo su administración, que en conjunto demandan más de 3 000 millones anuales, resuelve los atrasos de pago con las compañías privadas, incorpora el ITT, que parece algo decidido, es posible sostener los 550 000 barriles de producción diaria en los siguientes tres años.


Mas allá de ese horizonte complejo, es difícil tener una perspectiva que no sea declinante de la producción.


4.- ¿Qué significado otorga usted al acuerdo del Gobierno con la empresa Schlumberger en la explotación del campo petrolero Auca?

Confirma la angustia de las finanzas públicas. Necesita caja de manera urgente a cualquier costo. Es lo triste de la noticia, pues no viene acompañada de una línea clara e informada de solución de los problemas actuales.

Es una transacción que merece una precisa explicación por parte del Gobierno. El monto, el plazo, el anticipo, las condiciones del contrato, son elementos que merecen conocimiento público. Si bien es una compañía reconocida en el mundo de los hidrocarburos, una negociación directa, sin concurso o licitación, exige fundamentaciones de orden superior (extraordinarias) para entenderla.

Solo ahí se podrá evaluar la conveniencia pública, pues la de la compañía es evidente.


5.-Se piensa replicar el modelo de Auca para otros campos maduros y hasta el ITT. Su opinión, por favor.

Este profundo cambio en la concepción de la explotación petrolera solo encuentra una explicación: el Gobierno no tiene dinero para mantener la producción actual.

Los más de 3 000 millones anuales necesarios para aquello no existen. La salida es entregar esa responsabilidad a empresas privadas y ofrecerles una desconocida rentabilidad a cambio.


Sobre el ITT cabe el mismo razonamiento: no hay dinero para ponerlo en producción. 


6.- ¿Cuál es el impacto de la variación de la tasa de interés en EE.UU. en la economía ecuatoriana?

De tres formas: encarecimiento de los créditos externos (que para el país ya han sido onerosos por sus decisiones de repudio o desconocimiento de ciertas obligaciones internacionales).

La segunda: limitación de los posibles ingresos de capital, aunque esto tiene poca relevancia pues el Ecuador no ha recibido influjos de cuantía en los últimos años.

La tercera: revalorización del dólar.


7.- ¿El levantamiento del cepo cambiario en Argentina qué implicaciones tiene para su economía?, ¿cómo atenuar las consecuencias inflacionarias en la capacidad adquisitiva de los asalariados?

Forma parte de un cambio que busca normalizar el funcionamiento de los mercados, cuyas restricciones y deformaciones corrompieron y estancaron a esa economía. Las regulaciones impuestas incentivan la transparencia, el retorno de capitales, una tributación más limpia.

Seguramente estabilizarán este mercado unificado (el llamado “blue” estaba más alto) y su efecto inflacionario, dependiendo de la corrección del déficit fiscal, podrá mitigarse en el tiempo. Deberá acompañarse con una política social que compense los daños de la transición hacia la estabilidad.

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