Inquietudes nacionales

1. El Presidente dice que el sobreendeudamiento de los ecuatorianos es preocupante. Pidió que la Junta Bancaria tome acciones. ¿Hay riesgos por esta situación?

Siempre hay riesgos en la economía. La tarea es minimizarlos y para ello el monitoreo permanente de los resultados de la política económica es una obligación natural de la gestión pública. No hay descuido posible que pueda tolerarse. Esa actitud es inadmisible.

Vean lo que pasa en Europa y lo que se vivió en el país hace algunos años para tener claros los costos de los desalineamientos económicos. De ahí que se reitere, a veces hasta el cansancio, sobre la necesidad de mantener activos los sistemas de alerta temprana respecto de los desvíos o amenazas visibles o potenciales.

La segunda reflexión radica en el esclarecimiento de las causas que ocasionan estos fenómenos. Sin su determinación, las posibles soluciones pueden crear nuevos conflictos o centros de mayor descomposición económica. Para el caso de la pregunta, la persistencia de una economía muy líquida, abundante, responde al modelo de gestión pública altamente expansivo. El gasto público ha desbordado frente a la evolución de los otros componentes de la economía. Eso lo sabemos hasta la saciedad. Nadie lo discute, pero se mantiene como bandera de política pública.

Por lo tanto, la solución camina con el cambio en la forma de manejar las finanzas públicas. Compatibilizarlas con el resto de las actividades nacionales y de esta forma entregar un mensaje claro al país sobre la imposición de la cultura de manejo prudente de los recursos nacionales. Si el Estado cuida lo que tiene y se endeuda de forma medida, los demás tendrán un buen ejemplo.

Hasta que ello brinde resultados, la forma de desincentivar el endeudamiento es encareciéndolo, haciéndolo oneroso, de tal forma que las personas reflexionen antes de asumir nuevas obligaciones. Un crédito barato y poco condicionado es la trampa del sobreendeudamiento. Les recuerdo el problema de las hipotecas basura que ocasionaron tanto daño a la economía de los EE.UU. y todavía no tienen una solución final. Se forjaron al amparo de tasas de interés bajas y abundante liquidez.

2. Muchos analistas consideran que el crédito de consumo ha crecido en atención a sus altas tasas de interés y su rápido retorno. ¿Qué sucede con el crédito orientado a actividades de producción y generación de empleo?

La pregunta tiene una contradicción conceptual básica con los principios de la micro y macroeconomía. Por sentido común mientras más caro es un producto -con las excepciones de bienes básicos o muy necesarios- menos se lo demanda. La oferta puede ser ilimitada, pero la disposición a comprar un bien lo determina el consumidor con su afán de hacerlo en función del precio. Si el precio es alto, compra poco o no lo hace. Si es bajo, adquiere una cantidad mayor.

Con el crédito ocurre exactamente lo mismo. A la final es otro bien. Si es caro, la demanda se reduce. Si los intereses son bajos, la gente tiende a endeudarse más. El sistema financiero no puede vender o colocar más de lo que desea un mercado o una sociedad.

Entonces, si las tasas se las considera altas, el crédito de consumo no debería crecer mucho, pero si están limitadas por decisión de una autoridad y no reflejan la situación de un mercado, es obvio que el crédito se multiplicará. Y eso es lo que ocurrió.

Lo anterior pasó sin afectar la disponibilidad de créditos a los sectores productivos. Números al canto para ilustrar lo dicho: Al 30 de abril último, los bancos privados tenían una cartera total de USD 16 000 millones, de la cual 10 800 millones corresponde a créditos a los sectores productivos (industria, agricultura, microcrédito, vivienda) y 5 200 millones a personas o consumo.

En otras palabras de cada tres dólares prestados, dos fueron a la producción y uno al consumo.

3. ¿Cuáles son las razones y los impactos de la caída de las remesas?

Los datos del primer trimestre si bien señalan una caída frente a igual período del año anterior no sé si permiten concluir la existencia de una tendencia definitiva en ese sentido. El 2011 fue un año de recuperación de las remesas a pesar de los problemas por los cuales atraviesan las economías desarrolladas.

Este año, la economía de los EE.UU. continúa su proceso de recuperación, lento pero sostenido. Reduce paulatinamente el desempleo y con ello mejoran las condiciones de vida de los emigrantes. Con esto en mente, es posible inferir que las remesas originadas en ese país deberían mejorar. España es distinto. Ahí las cosas siguen mal y no se vislumbra una recuperación, con lo cual esta reducción podría tener una causalidad con lo que ocurre en ese país europeo.

En términos mundiales, los datos de las remesas son muy alentadores. En el 2011 las enviadas a los países pobres, incluso algunos emergentes, alcanzaron los USD 372 000 millones, que es un valor superior al correspondiente a los flujos derivados de las inversiones extranjeras a esos mismos países.

4. Si el precio del petróleo desciende, ¿qué impactos puede haber en la economía de Ecuador?

Los sabemos bastante bien: se amplían el déficit fiscal y el de la balanza comercial. ¿En cuánto? Eso depende del tamaño de la caída del precio.

5. ¿Qué consideraciones hacer sobre la desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía china y qué supone esto para el Ecuador, en vista de la presencia de ese país en obras de infraestructura y el nivel de endeudamiento?

La desaceleración es evidente pero está en un nivel no comprometedor. La tasa de crecimiento del PIB del último trimestre es del 8.1%, la más baja de los últimos tres años. El efecto externo ha sido reducir las compras de las materias primas. Incluso rompió contratos vinculados con la adquisición de carbón y acero mineral. Obviamente cayeron los precios de muchos productos básicos, acentuando la tendencia vigente desde hace algunos meses.

El mercado del petróleo se contagió que además recibió la información de una acumulación mayor de inventarios estratégicos por parte de los EE.UU. La declinación de precios ha sido relativamente importante, pero se espera que no pase a un nivel crítico para el país.

China seguirá interesada en vender sus servicios y financiar obras en condiciones muy rentables para ellos, pero caras para el país.

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