1. ¿Cómo irá el avance de la construcción de hidroeléctricas, se logrará el plan gubernamental de bajar el consumo de combustible?
Según los informes oficiales, en el presente año el Gobierno tiene previsto continuar con la construcción de ocho megahidrocentrales así como de otras de menor tamaño, algunas de las cuales corresponden a proyectos diseñados y en ejecución con el aporte de la inversión privada.
Si se cumplen los plazos de construcción programados, dos de las ocho hidrocentrales comenzarían a generar energía en el 2014, cuatro en 2015, mientras que las dos restantes, entre las cuales consta Coca-Codo Sinclair, en 2016 .
Conforme se incorporen a la producción, la matriz de generación eléctrica tendrá una modificación con prelación de la energía hidro luego de muchos años de dependencia marcada en la generación térmica, lo cual llevará a una menor demanda interna de combustibles y su consecuente impacto en la balanza comercial y seguramente, dependiendo de la política de precios de un menor subsidio nacional.
En efecto, de acuerdo al Plan Maestro de Electrificación 2013-2022, bajo las consideraciones de un escenario hidrológico normal, el Gobierno calcula que la demanda de combustibles para la generación eléctrica se reducirá de 511,4 millones de galones en 2015 (12,2 millones de barriles) a 227,2 millones en 2016 (5,4 millones de barriles).
Hay sin embargo un riesgo de retraso en la fecha de entrega de ciertas hidrocentrales. En particular, de darse condiciones adversas de ejecución, con una dilación del 10% en los proyectos hay una amenaza, pequeña en su posibilidad, de apagones en el cuarto trimestre de 2014, y una más seria para el cuarto trimestre de 2015.
Por otra parte, al analizar la incorporación de las centrales Sopladora (487 MW) y Coca-Codo (1 500 MW), cuya entrega está prevista para los años 2015 y 2016 respectivamente, el país requiere construir o mejor ampliar el sistema de transmisión a fin de dotarle de una capacidad suficiente para evacuar la energía de dichos proyectos.
En particular, el Coca requiere de una línea de transmisión de 500 Kv desde la central hacia Quito y Guayaquil que estaría lista en octubre de 2016, por lo que, si el proyecto se concluye antes de esa fecha, no se podría utilizar la energía generada antes de dicho mes.
En este contexto, se aprecia un programa de obras con márgenes de diferimientos estrechos, especialmente si se quieren obtener los ahorros vitales para el sector externo en la importación de combustibles.
Es más, el cumplimiento es esencial para determinar si los planes para utilizar la energía, incluyendo la disminución del consumo de combustibles, se ejecutan dentro de las fechas establecidas. Ojalá así sea y no se repita el desfase ocurrido entre el nuevo aeropuerto de Quito y sus vías de acceso.
2. ¿Qué se puede esperar del nuevo Código para orientar desde el Gobierno el destino del crédito de la banca privada?
La teoría económica establece que la eficiencia en la asignación de recursos, que corre de la mano con el riesgo involucrado y el consecuente costo, plazo y garantía del financiamiento, es uno de los canales principales a través de los cuales se consigue una mayor profundidad financiera, o lo que es lo mismo una capacidad mayor de intermediación de los recursos por cada unidad de producto generado (PIB producido),- en otras palabras más dinero depositado por los ciudadanos en el sistema financiero- que lleva precisamente a promover un crecimiento sano y sustentable, tanto por parte de las actividades económicas como del propio sistema financiero.
Cualquier distorsión creada de manera arbitraria, sea a través de cupos o gavetas, sólo conlleva a perder eficiencia y seguridad en la asignación de los recursos que necesita un país para su desarrollo.
Puede y de hecho pone en riesgo la viabilidad del sistema y diluye la responsabilidad de los efectos, pérdidas se puede decir, por malas decisiones tomadas por dicha condicionalidad impuesta.
La habilidad operativa y la responsabilidad directa -establecida en la Constitución- que deben asumir los intermediarios financieros en cada decisión crediticia, fomenta la asignación del capital hacia las actividades de mayor retorno o hacia fines donde su valor de uso es el más alto.
En ambos casos, bajo el principio de cuidar la recuperabilidad de los depósitos entregados por los ciudadanos que confían en el sistema financiero. El hecho de que se busque direccionar el crédito bancario hacia sectores predeterminados reduce la eficiencia en la asignación de recursos, ocasiona escasez ficticia, pues se financia actividades no rentables e incompatibles con un nivel de riesgo mayor.
Esto compromete no sólo la rentabilidad bancaria sino la estabilidad de los depósitos de la sociedad. La historia de esta política está llena de ejemplos poco estimulantes.
Si la banca reduce sus niveles de rentabilidad, tendrá menos capacidad de expansión e intermediación, vieja ecuación monetaria conocida en los textos de política económica. Con ello, las inversiones del sector caerán, pudiendo llegar en un extremo a condicionar la vivencia del sector.
3. ¿Qué supone para los productos ecuatorianos que varios países del continente puedan devaluar su moneda, cómo puede afectarnos?
La devaluación de las monedas de los países vecinos o competidores -no compensadas con un rebrote de inflación interna-, es una amenaza seria a la producción exportable que merece atención preferente.
Implica el encarecimiento de los artículos ecuatorianos y por ende el cuestionamiento de la competitividad del Ecuador. En la práctica, la dolarización obliga a tener mecanismos de compensación, especialmente de carácter tributario, para evitar la existencia de este amago.