Las innovaciones han contribuido a mejorar la calidad de vida del planeta y la forma cómo nos relacionamos. En el Siglo XV con la puesta en marcha de la primera imprenta se dio inicio al desarrollo de la que sería la industria gráfica que tendría un gran impacto en la diseminación del conocimiento. En el siglo XVIII nadie podría haber pronosticado cuál iba a ser el impacto que la máquina de vapor tendría en el desarrollo futuro del comercio y de la economía mundial. A fines de ese mismo siglo se dio inicio a la revolución industrial que hizo posible la producción en masa de bienes cambiando la forma de producir y las relaciones sociales. En la década de los setenta, del siglo pasado, las copiadoras se encargaron de hacer desaparecer al papel carbón. El fax hizo posible enviar comunicaciones escritas a través de la línea telefónica obviando el uso del correo. En la década de los ochenta la computadora con sistemas operativos inicialmente complicados se convirtió en una herramienta importante y sencilla gracias a los sistemas operativos desarrollados por una firma llamada Microsoft. De esta forma se masificó el uso de los computadores cambiando de manera radical la forma de cómo se interrelacionan los seres humanos. No se diga lo que aconteció con la entrada del Internet en los noventa lo que contribuyó que el mundo se convierta en una auténtica aldea global. De pronto los países se interconectaron mediante el clic de un ratón, y las transacciones financieras, comerciales y las comunicaciones se comenzaron a hacer en línea en tiempo real. Lo que acontece en una región del mundo por más lejana que esté, se convirtió en noticia local y de pronto el mundo comenzó a informarse que existían otras regiones, idiomas y culturas que a pesar de la diversidad y los conflictos formaban parte de un mismo planeta. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial el mundo ha sido testigo de una profunda revolución tecnológica nunca antes experimentada por esta civilización y ninguna otra sobre la cual se tenga memoria . Hoy a inicios del siglo XXI ha nacido una nueva tecnología de producción que hace lo contrario a la masificación de la revolución industrial. Se trata de la impresora tridimensional-3D que hace más barato producir un solo artículo o miles poniendo en entredicho las economías de escala. Se diseña el producto en la computadora y luego se oprime un botón para que la impresora comience a moldearlo. Se carga el material y la impresora va laminando el producto por etapas añadiendo material por lo que se ha dado en llamar manufactura aditiva. Esta nueva tecnología tendrá un profundo impacto en los procesos industriales pudiendo incluso reversar la urbanización que trajo la masificación de la producción.