Son algo más de siete horas de grabación, difícil mirarlo todo. Una mezcla de estupor, indignación y dolor ajeno se va apoderando de uno. Siete horas de crueldad, degradación, humillación y abuso, conductas injustificables sin importar qué hicieron las víctimas. Los abusivos son agentes estatales responsables de cuidarlos. El video corresponde a la cárcel de la ciudad de Cuenca (le llaman Centro de Rehabilitación Social Sierra Centro Sur Turi).
Otro video muestra a miembros de las Fuerzas Armadas entrenando a un grupo de civiles en tácticas militares, uno de ellos se presenta como una “máquina perfecta para matar”. Explica como repeler el ataque de quienes llaman “revolucionarios”, se instruye en cómo dar golpes mortales o inhabilitantes.
En varias fotografías se puede ver muñecas de personas con la marca del sello que se usa para identificar a los visitantes del Centro de Detención Provisional de Quito. El sello es el águila del partido nacionalsocialista Alemán con un año, 1939, cuando inició la Segunda Guerra Mundial. Un símbolo nazi utilizado por funcionarios estatales ecuatorianos.
Los tres hechos se conocieron con menos de un mes de diferencia, podrían considerarse aislados, atribuibles a errores puntuales (algo que el Ministerio de Justicia ha sostenido en sus boletines de prensa emitidos a propósito de lo sucedido en Turi y en el CDP de Quito); sin embargo creo que tienen más en común de lo que parece, frente a ellos hemos visto una pobre reacción institucional, la negación de lo obvio y una tibia respuesta social.
Existe una desidia inaceptable de parte de quienes son llamados a investigar conductas claramente delictivas: tratos crueles, inhumanos y degradantes, apología de un delito e instrucción militar ilegal. Se podrá decir que quienes usaron sellos con simbolos nazis fueron sancionados administrativamente, que el Ministerio de Justicia inició investigaciones por lo sucedido en Turi o que las FF.AA. ordenaron identificar a los militares que aparecen en el video, sin embargo todas son reacciones muy tibias frente a hechos especialmente graves. Negar lo obvio, otro elemento en común.
El Ministerio de Justicia ante siete horas de pruebas irrefutables de abusos afirma estar realizando “seguimiento para garantizar se cumpla el debido proceso en el caso que investiga las supuestas agresiones a personas privadas de la libertad”. ¿Supuestas agresiones?
Todos son hechos graves, reflejan abusos, uso de simbología nazi y paramilitarismo, en cualquier otro contexto hubiesen provocado un escándalo social de proporciones y llevado a transformaciones institucionales profundas, pero han sido tratados por la sociedad y el Estado como temas menores. ¿Acaso nos estamos convirtiendo en una sociedad inmunizada frente a los abusos? Tenemos que recobrar pronto nuestra capacidad de indignación, todavía estamos a tiempo de revertir la situación.
@farithsimon