Tras seis años de ausencia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a analizar al Ecuador. Esta vez para realizar un informe de la economía de nuestro país.
De acuerdo al Artículo IV del Convenio Constitutivo, el FMI mantiene todos los años conversaciones bilaterales con los países miembros (pese a que el Ecuador es parte del FMI desde el 28 de diciembre de 1945, desde el 2008 no recibía misiones).
Estas conversaciones consisten en la visita a cada país de funcionarios del FMI, quienes recaban información económica y financiera, la cual es analizada con las autoridades. Luego de lo cual se hace el respectivo informe.
Para mi forma de ver, aunque en este reporte se topan temas críticos del manejo económico del gobierno como el déficit fiscal, considero que ha sido muy favorable en varios aspectos.
El FMI considera que el Ecuador ha logrado avances económicos y sociales importantes en el transcurso de la última década. Tras la crisis financiera que golpeó al país a fines de los noventa, desde el 2001 se mantiene un crecimiento económico promedio del 4,5%. Durante el 2013 la tasa de inflación se ubicó en el 2,7% (en el 2012 fue del 4,2%) y la tasa de desempleo bajó a un mínimo histórico del 4,7%, mientras que los salarios reales siguieron al alza.
De igual modo, se destacan los logros que ha tenido en el Ecuador en materia social con el aumento del gasto en este sector, la reducción de la pobreza y una mejora en varios indicadores sociales.
Lo que resulta relativamente preocupante tiene que ver con el déficit fiscal, el cual se ubica en el 4,7% del PIB. Es importante mencionar que este déficit se ha dado por un aumento del gasto de capital, lo cual se ha cubierto con créditos provenientes de China. No obstante, hay que tomar en cuenta que mantener déficits fiscales no es malo, siempre y cuando no comprometan la liquidez y se mantengan en niveles manejables (-2% del PIB).
En el caso del Ecuador, hay que tomar en cuenta que el gasto público ha sido uno de los principales motores del crecimiento económico. Lo ideal sería que la economía dependa más del sector privado para evitar, como dice el informe, potenciales desequilibrios fiscales y externos.
Hay que tomar en cuenta que en el Ecuador tenemos una economía dolarizada, lo cual así como ha brindado estabilidad durante los últimos años también ha limitado el margen de maniobra.
Lo que si genera discrepancias tiene que ver con los subsidios. El FMI sugiere reestructurar los subsidios a los combustibles, los cuales en el 2013 llegaron a USD 3 666 millones. Sin embargo, esto no es fácil. El efecto que podría tener en la economía sería delicado. Creo que así como se dice que es necesario eliminar los subsidios se sustente, en base de estudios técnicos de respaldo, cuáles serían las repercusiones. Por esto mismo, lo sugerido por el FMI debe ser tomado con “pinzas”.
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