La economía nunca ha sido una ciencia aunque los economistas se empeñan en elaborar explicaciones seudocientíficas para esconder lo que es evidente para el ama de casa.
Ella sabe perfectamente cuando la economía no está bien porque suben los precios en el mercado, se atrasan los sueldos del marido y suben los impuestos de todos.
En los cargos de Gobierno aparecen jóvenes audaces, recién llegados del exterior y con un PhD para explicar, con fórmulas esotéricas, que ha bajado la inflación, que hay suficiente liquidez y que en otros países se paga más impuestos.
Las amas de casa y los contribuyentes sabemos también que unas veces gobierna la derecha y otras veces la izquierda y que la diferencia está en que la derecha produce una riqueza que no reparte y la izquierda reparte una riqueza que no produce, pero ambos nos cobran impuestos porque la norma de gobierno es, como decía Ronald Reagan: “Si se mueve, clávale un impuesto; si sigue moviéndose, dicta una regulación y si no se mueve más, dale un subsidio”.
La derecha rechaza la intromisión del Estado en época de bonanza y le reclama ayuda en tiempo de penuria; la izquierda llega puntual al Gobierno en épocas de prosperidad y se retira a organizar las protestas en tiempo de escasez.
El pueblo no tolera mucho tiempo ni a la izquierda ni a la derecha y, juiciosamente, apoya la alternancia en el poder. Los países sufren mucho cuando los gobernantes, de izquierda o derecha, desean perennizarse en el poder.
La izquierda funciona aceptablemente en los campos de la cultura, la diplomacia, la comunicación, pero suele ser un desastre en economía.
Estos días se presentó en Ecuador el Índice Mundial 2014 de Libertad Económica, realizado por la Fundación Heritage y el diario Wall Street Journal. Son 10 calificaciones de libertad, a 186 países, que van desde la lucha contra la corrupción hasta la libertad de trabajo, de comercio, de inversión.
Examinan el respeto a la propiedad, el gasto del Estado, la libertad fiscal, monetaria y financiera. No hay victorias ni derrotas definitivas para ningún país, sino que deben ser conquistadas por cada generación.
Estados Unidos ha perdido puntos por siete años seguidos y está en el puesto 12, mientras países que, hace poco tiempo, parecían sin esperanza, como Estonia, ahora superan a Estados Unidos.
Ecuador, por desgracia, muestra índices lamentables. Está en el puesto 159 a escala mundial y en la región está en el grupo más bajo, 26 entre 29, junto a Argentina, Bolivia, Venezuela y Cuba.
Sostienen los gestores de este estudio que los países que alcanzan y sostienen altos grados de libertad económica, superan a los demás en crecimiento económico, prosperidad sostenible y progreso en múltiples ámbitos del desarrollo social y humano.
El índice de libertad económica nos permite ver cómo está Ecuador en relación con otros países.