Impuestos sin sentido

¡Es un récord! Nueve reformas tributarias con un mismo presidente, es algo de “no creer”. Pero hay que entender lo que sucede con este gobernante y sus asesores escogidos entre la flor y nata de Alianza País. La Ministra Coordinadora de la Producción aclaró el motivo de la inseguridad jurídica creada por el Econ. Correa: “hasta ahora la definición de la política tributaria en el país no ha sido muy clara”…¿“Muy clara”? ¡No ha existido! Las reformas tributarias expedidas sólo han tenido la intención de obtener más ingresos para cubrir los egresos destinados, en su gran mayoría, a gastos corrientes, no de inversión. A propaganda de la imagen presidencial, y a acabar con sus adversarios políticos.

El proyecto de ley se llama (lo que es un contrasentido) de Fomento Ambiental y Optimización de los Ingresos del Estado. No consta en el proyecto ninguna norma que busque, precisamente aquello, el “fomento ambiental”. Solo se crea tributos. Por ejemplo, un impuesto a las botellas plásticas (que lo pagaremos los consumidores, gente de cualquier nivel económico), pero no se prevén incentivos para aquellas empresas, nuevas o por venir a Ecuador, que desarrollen procesos productivos no contaminantes.

También se establece un impuesto a la contaminación vehicular, que dependerá del cilindraje de los automóviles y motocicletas.

Este tipo de impuesto se debería cobrar a los automotores por el número de kilómetros recorridos en un año. Mientras más ruedan, más contaminan y, por tanto, más deberían pagar. A los vehículos híbridos, que no afectan el ambiente, se les castiga con los Impuestos al Valor Agregado y al de Consumos Especiales. Sigue sin “definición de la política tributaria”. A los propietarios de buses se les devuelve el IVA… dinero por votos, eso está clarísimo.

Todo pago al exterior (salida de divisas) tendrá que cancelar el 5%. Si alguien compra maquinaria para la industria o adquiere materia prima para producir un bien. O si una persona paga una cuenta con recursos que anteriormente salieron del país pagando el impuesto, deberá, por segunda ocasión, cancelar el 5%. Es decir, “vuelta” el Fisco se beneficia del impuesto a la salida de divisas: dos veces un mismo impuesto…¡Eso es política tributaria clara e injusta!

Como Ecuador es signatario de una serie de acuerdos comerciales con otros países de la región, este impuesto a la salida de divisas es una forma de incrementar los aranceles, ya que abiertamente no lo puede hacer por cuanto incumpliría los compromisos adquiridos con otras naciones.

En cuanto a la parte del título del proyecto de ley de “Optimización de los Ingresos del Estado”, no puedo referir algo puesto que nada contempla este borrador de normativa. Talvez la optimización sea para que el gobernante siga gastando en su promoción.

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