IESS: el deudor lo administra

Una entrevista sin repreguntas se reduce a declaraciones sobre los temas propuestos en las preguntas, eso cuando los temas son claros. De las declaraciones del presidente Lenín Moreno, la más alarmante fue la aseveración de que la gestión del destituido presidente del Directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social no había sido mala y que el Contralor del Estado, que ha ordenado su destitución, no tiene la última palabra.

Por mucho que se le quiera tapar el ojo al macho, esto significa que el gobierno, que gobierna el IESS, no quiere cambiar nada, que seguirá tomando “prestada” la plata de los jubilados y trabajadores; que seguirá tomando de pensiones para salud y descapitalizando para pagar pensiones; que seguirá ocultando a los dueños de los fondos la verdad de la catástrofe y que ni siquiera teme que la bomba pueda estallar en sus manos.

El mayor deudor del IESS es el Estado y es quien nombra presidente del Directorio, nada extraño pues que intente borrar la deuda, como hizo el presidente destituido. Es el deudor quien ha declarado secretos los estudios actuariales y el deudor quien nos engañó con la oferta de que le dará dinero al IESS cuando le falte. El gobierno anterior pretendió hacernos creer que el Estado, que negaba mil millones al año, podía después aportar cincuenta mil o setenta mil millones cuando hayan vaciado las arcas. Sin contar con que, para entonces, el generoso ofertante ya estará donde se merece.

Todavía tiene salvación el sistema de seguridad social, incluso con las ideas de los comedidos que proponen incrementar los aportes, aplazar la jubilación y congelar las pensiones, pero nunca resolverán nada mientras el deudor sea el administrador; solo significaría ahorrar más dinero para sacar de apuros a gobiernos predadores. Los proyectos para salvar al IESS solo tendrán sentido cuando la dirección sea realmente tripartita y el administrador sea designado por los dueños de los ahorros; cuando el Estado pague la deuda y cuando devuelva el 40% de las pensiones que eliminó el gobierno de Alianza País, el más corrupto de los gobiernos.

El presidente Moreno tiene, después de la consulta, la oportunidad de liberarse de las manzanas podridas que hay en el movimiento político que fue declarado triunfador en las elecciones y hacer un gobierno para todos, con los más capaces y los más honrados. Es lo que aspira el voto de apoyo a sus preguntas y a su consulta popular.

Apelando a un lugar común diríamos que los políticos piensan en las próximas elecciones mientras que los estadistas piensan en las próximas generaciones. Nada se aplica mejor al problema del IESS que este lugar común porque en materia de seguridad social hay que pensar en las futuras generaciones, eso son los cálculos actuariales, y los ecuatorianos ya nos merecemos, para esto y para todo, contar con un estadista.

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