Los memes, me explican, son una especie de burlas. Un juego del humor que usa la sátira, la ironía u otras formas de dejar en ridículo a alguien. El meme es como una caricatura sin dibujo, digamos.
Se me ocurre que los sábados se mememiza con el linchamiento mediático acostumbrado a muchos ecuatorianos que cometen pecado mortal: no compartir la corriente de quienes solo aplauden y muchas no reflexionan. O tal vez, lo que parece peor, es que se crean democráticos y se permitan estar en contra, oponerse, si son políticos.
Pero lo que es imperdonable y merece la condena a las brasas del fuego eterno es ser crítico y la herejía se conjura si el sujeto del linchamiento es periodista o ejerce la tarea de pensar y opinar escribiendo. Eso no tiene el perdón de algún dios terrenal con pretensiones de inmortalidad.
Lo que vivimos en Ecuador se parece a una tragicomedia. Al calor de la bocanada del dragón las llamas han quemado el cortinaje de los estudios de televisión donde antes aparecían algunos programas de entrevistas y debates. Hoy queda alguno. El lanzallamas achicharró a los más duros cuestionadores de la TV. Todo parece mostrar que el mundo ideal es aquel donde existe una sola voz. Una sola voz para condenar, una sola voz que administra la indulgencia, una sola voz que elige el libreto con cuidadosa dosificación, como para que todos, a su tiempo, reciban la medicina preventiva, la advertencia. Hay que portarse bien o el fuego arrasará la pradera y quemará cejas y pestañas y no dejará un pelo sin chamuscar.
Y esa misma voz descalifica, insulta, agrede verbalmente.
Frente a esa omnipotencia las voces críticas buscan resquicios. La opinión libre se ejerce con grados de adocenamiento elementales para pervivir en los espacios que todavía quedan en libertad, en las páginas de los diarios, por ejemplo.
En esta larga noche de botafuegos los caricaturistas han jugado un rol esencial. Plumas artísticas y valientes, gestos que comunican con potencia, ideas geniales que llevan a la sonrisa pero dejan huella en la conciencia, destapan verdades y las exhiben desnudando al poder sus miserias.
Asdrúbal y Toño perdieron la tribuna que ardió en las llamaradas de esta larga noche en Diario Hoy. Chamorro conserva sus ideas imaginativas y las expresa con un toque de genialidad. En este diario EL COMERCIO piensan, estudian, explotan de imaginación y arte, descubriendo en cada trazo el mundo creativo, audaz y retador, plumas maestras: Roque, Pancho, Luján, Kléber y Arcabuz.
El poder castigó a Bonil, multó a su medio y lo enfrenta a un nuevo expediente y amenaza sanciones duras.
Mientras, los trolls oficialistas insultan y amenazan por las redes sociales sin piedad ni pudor. Los videos molestos al poder se bloquean en YouTube. Crudo Ecuador fue suspendido por horas del Twitter hasta que se dio la alerta.
El poder amedrenta a los críticos y es complaciente con los abusos de sus corifeos.