El nacimiento de Jesús simboliza el inicio de la era cristiana. Para los cristianos, hay una diferencia de fondo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. El primero, antes del nacimiento de Jesús, fue de un Dios de castigos implacables. El nuevo es el del amor y el perdón que no pasa por la humillación del perdonado.
Hay quienes deben ser sancionados por las leyes penales y con rigurosidad -que no es lo mismo que humillados-. Ahí están los delincuentes, sobre todo los que del delito hacen práctica de violencia, asesinos, violadores, pederastas, traficantes de seres humanos y de drogas, no siempre procesados, porque hay jueces que por debilidad o temor benefician a los autores de repulsivos crímenes.
Pero en diferentes países, y el Ecuador no es la excepción, hay persecución, prisión y humillación más como producto de la discrepancia o confrontación, que de la comisión de delitos. Y se multiplican los pretextos: sedición, rebelión, calumnia. Y de los actores de luchas sociales, se pasa a periodistas, y aun se amenaza a abogados. En lo personal no asumo que lo que digan, argumenten o patrocinen los perseguidos sea procedente, sino el hecho de la persecución, por discrepar o confrontar.
Una información, en cuanto al Ecuador: a pesar de los miles de liberados en la Constituyente del 2008, por ser presos con enfermedades terminales, o por ser mulas o transportadores de drogas por menos de dos kilos la población carcelaria, entre octubre de 2007 y octubre del 2013, seis años, creció 42% a escala nacional, de 19 500 a 24 203, con un peso muy elevado de la prisión preventiva.
La humillación es más grave cuando va al entorno de los privados de la libertad. El presidente Correa tiene la razón cuando señala que antes de ahora en los centros carcelarios mandaban algunos reclusos o presos, los llamados caporales, para luego anunciar que ahora manda el Gobierno. Pero ¿con qué reglas? Primero, la definición, “las visitas se convierten en privilegios que deben ganarse los internos”. ¿Será privilegio o se trata de un derecho de los familiares que de los presos? Luego, solo dos personas, de una prelista de 10- una vez al mes, por dos horas, podrán visitar a internos calificados de alta peligrosidad.
Dos veces al mes, podrán hacerlo con internos de mediana peligrosidad; y, cuatro veces al mes, en caso de mínima peligrosidad -ha de ser alimentos, tránsito y quizás prisión preventiva-.
Si el privado de la libertad tiene madre y/o padre, cónyuge y cuatro hijos, ¿le reconocerá la familia cuando recobre la libertad? En los hechos, mujeres, sin respetar su edad, han sido desnudadas para inspeccionar que en sus partes íntimas -vagina y ano- no portan sustancias prohibidas para los presos. ¿Y los avances tecnológicos, para qué sirven?