Organizaciones estadounidenses, de Haití e internacionales reaccionaron indignadas a la decisión de un juez haitiano de no procesar al ex dictador Jean-Claude Duvalier, ‘Baby Doc’, por violaciones de derechos humanos cometidas en su régimen, entre 1971 y 1986.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su “profunda decepción” por el dictamen, mientras el Departamento de Estado (Cancillería) de EE.UU. resaltó que es apelable y reclamó“al Gobierno haitiano investigar todas las denuncias verosímiles de delitos de corrupción y abusos de derechos humanos, sin importar quién los haya cometido, y castigar a quienes resulten culpables”.
“Durante años hemos dicho que el régimen de Duvalier fue represivo, y nos solidarizamos con quienes fueron sus víctimas y buscan justicia y verdad para sí y para sus seres queridos”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Molly Lynn Westrate.
Washington ofreció asistencia técnica a Haití para efectuar investigaciones, pero esta no fue aceptada, agregó.
El juez investigador Carves Jean dictaminó este martes 31 en Puerto Príncipe que el estatuto de limitaciones alcanza las acusaciones contra Duvalier vinculadas a derechos humanos y, por tanto, este solo puede ser juzgado por apropiación indebida de fondos públicos, un delito menor que entraña una pena máxima de cinco años de prisión.
El magistrado se negó a publicar su decisión, pero, según reportes de prensa, se basó en la recomendación del fiscal estatal, lo que se considera señal de que el actual gobierno haitiano de Michel Martelly -quien habría consultado personalmente el tema con Duvalier- no tiene interés en ahondar investigaciones.
“Si esta decisión equivocada se mantiene tras la apelación, fortalecerá la cultura de impunidad de Haití, negando la justicia para miles de víctimas de Duvalier”, dijo el consejero especial de Human Rights Watch, Reed Brody.
“El puñado de víctimas interrogadas fueron sometidas a la intimidación de los seguidores y abogados de Duvalier”, sostuvo el asesor especial sobre Haití de Amnistía Internacional, Javier Zúñiga, quien calificó la investigación como una “desgracia”.
“Está claro que el juez desestimó evidencia invalorable y decidió no interrogar a todas las víctimas que presentaron querellas”, añadió. “Es un día negro para Haití y para la justicia”.
Organizaciones haitianas expresaron del mismo modo su consternación. Anthonal Mortimé, director de la Plataforma de Organizaciones Haitianas Defensoras de los Derechos Humanos, calificó el dictamen como un “escándalo” y prometió que se intentará revertirlo cuando el caso pase a vista del fiscal general, tal como prevé la ley de ese país.