Se quejan de que solo hay reacciones negativas hacia las acciones inmejorables implantadas por este Gobierno. Estoy de acuerdo, hay acciones inmejorables. Llegan a pocos pero, poniendo los resultados en una balanza, resulta que las acciones imperdonables junto a las injustificables y hasta las innombrables, la visión es un presente duro para la mayoría del pueblo, incluyendo a aquellos que conforman los miles de burócratas que callan las verdades por miedo a perder sus puestos de trabajo y, por lo tanto, el sustento para sus familias.
Una balanza sin pasiones guiada por la lógica es lo que se necesita para abrir los ojos y comprender que aquellas acciones inmejorables se quedan cortas ante las imperdonables que perdurarán en nuestra historia: una herencia imposible de administrar para los jóvenes y niños de hoy.
Tenemos carreteras, algunas las más caras del mundo, y veremos cómo sobreviven al paso del tiempo. Una nueva cultura de impuestos, como también planes preventivos de salud para niños con enfermedades específicas, según me enteré ese mismo día. Lo que sí hay es una inmejorable labor propagandística excelentemente liderada.
Las acciones imperdonables desilusionan a diario a una nación entera, basadas en esa inmejorable propaganda que ahora deberá lograr lo imposible para borrar la realidad. Martilleando nuestros sentidos y, obviamente, convenciendo a los más desesperados en su eterna búsqueda por un mejor futuro, pero que no cuentan con las herramientas para discernir entre lo real y lo ficticio. Quién duda de las hermosas imágenes, sonrisas y felicidad, retratadas en mensajes constantes de cielos azules y banderas ondeantes que cubren sembríos, escuelas del Milenio, educación en el exterior, ahora de a 30 000 dólares que, a duras penas, cubre un año, seguridad total y en todo. ¡Tendrán que esforzarse más porque los ojos se están abriendo!
Lo imperdonable es el populismo en su máxima expresión, combinado con una gigante vanidad que, ni en tiempos difíciles, corta las sabatinas millonarias con shows tan excéntricos como el sorteo de un perrito. Lo injustificable, acciones que nos avergüenzan dentro y fuera de nuestros límites, un duelo a trompones, los insultos y mal ejemplo para la juventud, la mentira sin miedo y el manejo poco claro de datos.
Lo injustificable, seguir cometiendo actos imperdonables ante una crisis en desarrollo que dejará a miles sin trabajo, trato indigno a periodistas, mujeres, a todos quienes no piensan como “se debería”. La falta de libertad y el control a la expresión. Imperdonable e injustificable la ruptura creada en el pueblo pacífico por naturaleza.
Lo imperdonable e injustificable, por parte de la población, es que permitamos que se gaste nuestro dinero como si fuera de su bolsillo y que se lo use para separarnos más y hundirnos en una crisis de muchos tipos, que ya no tiene solución, aun cuando tenemos espejos cercanos. Esto es la injustificable acción cuando solo se necesita una corrección:aceptar los errores con humildad y tomar un nuevo camino de correcciones.