¡Qué día tan sombrío! Pensaba en el curso desconcertante que va tomando el mundo y los síntomas de caos que aparecen por todas partes. En un país, la justicia no domesticada investiga a la Presidenta sospechosa de sórdidos delitos como lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, encubrimiento de terroristas; el principal acusador aparece muerto y la acusada denuncia un complot para dar golpe de Estado.
En otro país, el Presidente del Congreso, sospechoso de complicidad en el negocio sucio del narcotráfico, aparece en cadena nacional para denunciar intento de golpe de Estado y construye, al aire, la lista de los complotados haciendo simultáneamente el papel de policía, fiscal, juez y verdugo. Al día siguiente, una patrulla saca a empellones de su oficina al Alcalde y lo lleva a la cárcel. Será procesado por conspirar contra la paz y la seguridad, según dictamen del Presidente.¿Será el caso aislado de líderes de Estados fallidos? No. En la Unión Europea, el experimento político más prometedor, uno de sus miembros califica de troika al Gobierno colectivo y se niega a pagar las deudas porque sostiene que el principal acreedor le debe reparaciones de guerra desde hace 60 años.
Una antigua potencia decide recuperar territorios y arma a los rebeldes del país vecino, va ocupando su territorio mientras entretiene a todos con sanciones y represalias, negociaciones del cese al fuego y rechazo a observadores de Naciones Unidas. Las guerras proliferan, los Estados se deshacen, el tráfico de drogas y de personas conquista territorios y gobiernos, mientras se acumulan capitales ociosos en paraísos fiscales de todos los continentes.
Académicos de diversas tendencias pronostican el derrumbe inexorable del capitalismo sin que se vislumbre todavía un nuevo sistema. La derecha y la izquierda apuntalan el sistema en ruinas comprando tiempo hasta encontrar la alternativa.
El pesimismo se incrementa cuando, a última hora, el administrador de “Crudo Ecuador” anuncia el cierre de su página para proteger a su familia porque ha recibido amenazas que llevan el nombre de su esposa y sus hijos. ¿Qué hará el Presidente? Si todo se inició con su llamado a revelar la identidad de Crudo Ecuador y darle de su propia medicina, no puede permitir que nadie amenace en su nombre ni en su defensa. Se impone que ordene una investigación y nos haga sentir que seguimos siendo ciudadanos libres y pensantes.
Debemos evitar el deterioro de los Estados, descubrir caminos que nos alejen del sombrío panorama de un mundo repartido en territorios cercados donde los señores de la guerra o caudillos iluminados mantienen secuestrados a sus habitantes. Es urgente que los líderes más capaces ofrezcan seguridad y libertad y los sabios más perspicaces descubran caminos que nos lleven a un nuevo mundo, ordenado y solidario que recupere la esperanza.