Inquietudes Nacionales

1. ¿Qué implicaciones tiene la ­salida del Ministro de Comercio ­Exterior en el futuro del acuerdo con la Unión Europea?

La forma mediante la cual se separó a este ministro señala, de manera clara, la opinión del Gobierno sobre las recomendaciones de política económica que nacían de esta gestión. Qué duda cabe de la inconformidad con los resultados obtenidos y la línea de acción emprendida. Debe presumirse la existencia de discrepancias con la imposición futura, como se anunció, de salvaguardias generales a las importaciones que lleva adelante el país, cuyo efecto en la conclusión del acuerdo de libre comercio con Europa puede ser letal, incluso para la vigencia de las preferencias arancelarias extendidas hasta el 2016.

Parecería que el Ministro defenestrado no compartía esta línea reducción de las importaciones. Como negociador del acuerdo sabe que pueden considerarse como una violación de los términos acordados. Sin embargo, el Gobierno con esta violenta cancelación demuestra que no está dispuesto a aplicar otro mecanismo de restable­cimiento del equilibrio comercial.

El sucesor en la Cartera tiene la delicada responsabilidad de sostener la vitalidad de este acuerdo, el SGP para llegar a la conclusión satisfactoria de la negociación, so pena de poner en alto riesgo la viabilidad económica de varios sectores y empresas cuya vinculación con el mercado europeo es decisiva. Igual le corresponde defender la permanencia en la CAN y en la OMC si está convencido de la trascendencia de estos mecanismos para el futuro nacional. El tiempo demostrara cuan radical es el cambio de línea en la política comercial, pero la incertidumbre vuelve a colgar su mensaje en los centros de decisión empresarial.

2. ¿Era la única alternativa subir aranceles para atenuar la crisis económica? ¿Se podrían haber estimulado las exportaciones?

Bajo la dolarización, la promoción de exportaciones se sustenta en el mantenimiento de una política económica que sostenga los costos de producción compatibles con la productividad y la competitividad comparada con los países que ofrecen productos similares.

En los últimos años el país ha tenido una inflación superior a la de los países en los cuales coloca sus productos. Mantiene una realidad macroeconómica que le reduce consistentemente su competitividad. Ahí está el centro de gravedad del sostenimiento de las exportaciones. Es, por lo tanto un tema que merece atención y solución, pues señala la existencia de una política económica poco amigable con las exportaciones y propensa a las importaciones.

La proliferación de acuerdos de libre comercio apoya las ventas externas al ponerlas en términos similares a los que tienen productos provenientes de otros países. Se complementa con una educación intensiva y efectiva que prepara una mano de obra de mejor calidad para crear productos con mayor valor agregado.

Frente a la opción de subir aranceles existe la posibilidad de reducir el gasto público para contraer la demanda agregada y con ella retraer las importaciones en los ítems que la sociedad los considere secundarios. Además, una política económica de esta naturaleza no trae consigo efectos inflacionarios que conlleva secuelas en las exportaciones. Es mucho más consistente con el modelo cambiario en vigencia. Además no demanda subsidios compensatorios que perforan el balance fiscal e impulsan un círculo de decisiones deformativas de la realidad.

3. ¿Cómo evitar el contrabando si hay mucha diferencia en el precio de los productos que se consiguen en otros países y los productos gravados con nuevos aranceles?

Manejando la economía con apego a los equilibrios macroeconómicos. Evitando los déficits fiscales que crean necesidades a ser cubiertas con más impuestos, mayor endeudamiento público, mayor demanda de productos importados, cuyo producto final es una frágil balanza de pagos que carga en su entrañas la necesidad de imponer sobre cargos tributarios deformativos de los precios relativos.

Entonces, el contrabando tiene su explicación precisamente en las secuelas distorsionantes de los precios que acarrean los manejos fiscales desequilibrados y crónicos. Obviamente hay casos provenientes de subsidios sostenidos en el tiempo que traen iguales presiones en las transacciones deformativos de comercio internacional.

De cualquier manera por la vía de subsidios descontrolados o gastos excesivos, el déficit fiscal resultante produce estas presiones fomentadoras del contrabando.

4. ¿Cómo se desarrolla la crisis griega? ¿Se ve alguna salida?

Los dilemas creados por el nuevo gobierno empiezan a confirmar la inviabilidad de sus promesas. No hay compatibilidad entre el rompimiento de una gestión económica responsable y el sostenimiento del nivel de bienestar ofrecido. Los derroches de las políticas anteriores traen un costo doloroso pero advertido, que solo se lo resuelve con la reimplantación de los principios de una política económica equilibrada o que tienda hacia ello.

Ofrecer el fin de una política de manejo que restablezca los macro equilibrios y pretender que no traiga efectos indeseables es una utopía. Ye se ve las primeras rectificaciones: aceptan el papel negociador de la troika, ofrecen cumplir sus obligaciones contractuales, pero no quieren reconocer que ello solo es posible si cuidan el bolsillo fiscal. Y ahí está estancada la negociación con el euro grupo.

Alemania, España, los nórdicos no están dispuestos a crear un antecedente que rompa la línea de disciplina económica que caracterizan sus acciones correctivas. Grecia, por lo tanto ya replanteó sus objetivos políticos pero le falta más si desea mantenerse dentro del área del euro. Cada día, los bancos griegos pierden depósitos.En el 2015 han perdido más de 20 000 millones de euros y la soga ya aprieta bastante. Quienes piden el fin de la austeridad olvidan que es la respuesta al derroche irresponsable de gobiernos anteriores que falsearon hasta las cuentas nacionales.

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