La salud de la población de Gaza, que no tiene acceso a los alimentos necesarios para su supervivencia, se resintió debido al daño considerable que sufrieron las tierras y el agua del territorio costero, debido al bloqueo de Israel y los devastadores bombardeos de ese país sobre la Franja en 2014.
“Vivíamos de pan y té y mis cinco hijos estaban gravemente desnutridos, ya que mi marido y yo no podíamos comprarles la comida adecuada”, contó Safa Subha, de 37 años y residente de Beit Lahiya.
“Mis hijos tenían problemas hepáticos, anemia y debilidad en los huesos. Solo cuando empecé a recibir vales de comida periódicamente de la organización humanitaria Oxfam y pude comprar huevos y yogur… recuperaron la salud”, aseguró.
De acuerdo con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en varias comunidades de Gaza la falta de diversidad dietética se destacó como un tema de preocupación, especialmente en el caso de los niños y las mujeres embarazadas y lactantes, debido a la falta de asistencia alimentaria a gran escala y el alto precio de los alimentos frescos y las carnes rojas.
Antes de la guerra , Ashraf -el marido de Safa- trabajaba como agricultor en un terreno alquilado donde cultivaba los alimentos que luego vendía. “Mi esposo ganaba unos 300 shéquels (75 dólares) por semana… Cuando fue demasiado peligroso cultivar la tierra, a causa del fuego militar israelí y porque gran parte quedó destruida por los bombardeos israelíes, mi marido trató de ganar algo de dinero alquilando un taxi”, explicó Safa. Pero eso no alcanzó para garantizar la supervivencia de la familia.
Kamal Kassam, de 43 años y oriundo de Beit Hanoun, en el norte de la Franja de Gaza, depende de un programa de Oxfam llamado Dinero por Trabajo, para mantener a su esposa y sus cinco hijos de 6 a 12 años de edad.
Durante la guerra, la familia Kassam tuvo que huir a un refugio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando un bombardeo israelí destruyó su casa, hirió a la esposa y traumatizó gravemente a una de sus hijas, que ahora sufre de epilepsia y no controla sus esfínteres por la noche.
Eman, la esposa de Kassam, está enferma y otra de sus hijas requiere tratamiento médico contra el cáncer.
A la familia se le dio temporalmente una carreta para residir junto a las organizaciones de asistencia, pero no pudieron adquirir comida o uniformes escolares porque ya habían recibido una ayuda de vivienda.
Pero en una noche de intenso bombardeo aéreo, una bomba mató a su burro y destruyó la carreta, el único medio que tenía para mantener a su familia.
Los bombardeos de Israel durante la guerra también destruyeron o dañaron obras de infraestructura, incluida la única planta de energía de Gaza y varios proyectos de saneamiento de agua.
Las preocupaciones más frecuentes en relación con la seguridad alimentaria y la nutrición son “la pérdida de fuentes de ingresos y medios de vida debido al grave daño de las tierras agrícolas, la muerte y pérdida de animales”, según identificó la OCHA.
IPS