En el sentido estricto de la palabra, los últimos ocho años fueron ‘excepcionales’: fueron una excepción que, como tal, difícilmente se podrán repetir. Y fueron tan especiales gracias al espectacular precio del barril, que le dio al país (y al Gobierno) una riqueza inmensa e inesperada (ver mi artículo “¿Cuánta riqueza hubo?”).
Con esa riqueza, el Gobierno subió su gasto hasta niveles demasiado altos. ¿Pero, puede ser al gasto público demasiado alto? Claro que puede, cuando llega a niveles que desequilibran la economía.
Cuando el Gobierno gasta demasiado, en este Ecuador dolarizado, eso produce dos efectos: genera inflación e incentiva las importaciones. Sobre la inflación se puede ver mi artículo “Solitos nos encarecimos” del domingo pasado y sobre el aumento de las importaciones está “Del gasto a la demanda” del 14 de diciembre pasado. Y tanto la inflación como el déficit externo producidos por el alto gasto son indicadores de los desequilibrios que sufre la economía cuando se dispara el gasto.
Hay quienes piensan que criticar el alto gasto público es lo mismo que proponer recortes en salud y educación. Pero están equivocados porque, si revisan los datos, verán que esos dos sectores solo representan el 22% del gasto del Gobierno, o sea, hay un 78% que se podría bajar sin afectarlos.
¿Entonces, cuánto gastó el Gobierno central? Pues el año pasado fueron USD 26 794 millones. Si sumamos todo lo gastado en esos ocho años excepcionales (ajustando los valores por la inflación), se llega a que entre 2007 y 2014, se gastaron 160 820 millones de dólares del año 2014. Para llegar a una cifra similar de gasto del Gobierno en el pasado, habría que sumar lo gastado entre 1978 y 2006. Es decir, en estos 8 años el gasto del Gobierno fue comparable a lo gastado en los 29 años anteriores. Eso es casi una definición de lo que significa “excepcional”.
Y, favor recordarlo, este gasto pudo subir a esos niveles gracias a la riqueza generada por el petróleo y gracias al endeudamiento público que también ha venido creciendo.
Aquí se puede argumentar que un gasto más alto corresponde para un país más poblado, por lo que se puede hacer el mismo cálculo, pero per cápita. El año pasado el Gobierno gastó USD 1 670 por cada ecuatoriano. Si sumamos lo gastado por habitante entre 2007 y 2014, se llega a 10 570 dólares del 2014.
Nuevamente, para llegar a un monto similar habría que sumar lo gastado por el gobierno en los 22 años anteriores, es decir, entre 1982 y 2006.
Obviamente, la metodología del cálculo podría refinarse. También sería ideal usar el gasto no solo del Gobierno central, sino de todo el sector público (solo hay datos desde 1983), pero queda claro que el Gobierno actual ha gastado mucho (demasiado) dinero. Y resulta evidente que estos ocho años fueron más que excepcionales.
@VicenteAlbornoz