Baltasar Garzón, el juez español con gran imagen internacional, ha puesto en juego su nombre en el Ecuador. Integra la veeduría internacional que vigilará el proceso de reestructuración de la administración de justicia, casi a control remoto, con informes de una comisión nacional. A un juez de tal dimensión podría importarle poco lo que aquí se diga de él o lo que pueda perder, pero debe ser coherente con su pensamiento que refleja en su libro ‘Un mundo sin miedo’.
En el ‘best-seller’ cuenta sus experiencias, lo que fueron 17 años de lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y la impunidad; la emoción de un hombre que sacrificó su vida familiar y social y que sufriera calumnias. Aboga por la discusión y el diálogo, que abren la vía pacífica para acabar con la violencia; por un mundo sin miedo y más justo. Exhorta a enseñar que hay otros caminos por sobre la falta de respeto al otro y la llama del rencor. Reivindica las reglas de un Estado democrático y de derecho, la independencia, las garantías judiciales, las virtudes de un juez, la aplicación de la ley en forma imparcial y justa.
Con sus postulados, entérese lo que está pasando en esta transición, que forma parte de la reestructuración de la Función Judicial que va avalar. Pida y mire en España los análisis jurídicos que sobre el proceso contra diario El Universo hicieran en las reconocidas universidades Carlos III y Complutense. Califican de arbitrariedades, atentados contra el Derecho, la creación de la nueva figura criminal desconocida en la dogmática penal universal: la del autor mediato coadyuvante, que no hay en la legislación ecuatoriana, española ni de otro país del mundo; “la brutalmente astronómica” indemnización de USD 40 millones que ha dado la vuelta al mundo. En contraste, escuche las injurias e insultos desde el poder contra el honor de quienes formulan críticas; y la justicia, silente.
Pida datos de la trayectoria de los jueces que dictaminan con agilidad en casos contra la libertad de expresión, contra medios, periodistas y ciudadanos, que han sido procesados por criticar hechos de las autoridades y va a verificar quiénes son y si tienen carrera judicial. Como consecuencia de ello, constate que aquí destituyen a la Presidenta de la Corte del Guayas por haber calificado “jueces golondrinas” al referirse al intocado caso de El Universo, sin siquiera observar la conducta del juez de paso que de manera sospechosa dictaminó en forma rapidísima la sentencia de primera instancia y dejó ese juzgado. Por ello, sobre él pesa una indagación fiscal por presuntas irregularidades.
Si tiene dudas, pregunte qué piensa la Comisión Interamericana de DD.HH.; al relator especial de la ONU para la libertad de expresión, Frank La Rue; o al otro relator de temas judiciales de esta organización, Philip Alston.