Hay tres áreas en que hay que trabajar para destrabar el ingreso de divisas por exportaciones de bienes y servicios: agroindustria, acuacultura y pesca, afectadas por el incumplimiento del no reintegro de impuestos, falta de acuerdos comerciales, el encarecimiento del país tras una década de despreocupación por la inflación; el turismo: requiere el desarrollo de destinos, para que los visitantes que lleguen prolonguen sus estadías. Requiere colaboración de autoridades nacionales y locales, también atender el encarecimiento del país; minería, aún en pañales, pero que avanza por el potencial minero del Ecuador. Se requieren ajustes normativos: reacondicionar contratos en que consta Enami, cuya eliminación se anuncia, y borrar el impuesto a las utilidades extraordinarias, inexistente en la legislación tributaria minera internacional.
Hay un cuarto eje, el petrolero. Aquí basta no estorbar al Ministro Pérez García.
En cuanto a reservas probadas de petróleo en Centro y Sur América, el Ecuador es peso pesado. Según estadísticas de BP, lidera Venezuela, primera mundial pero que de nada sirve mientras el chavismo se mantenga en el poder. Brasil tiene la mitad del territorio de Centro y Sur América, lo que le sirve para el segundo lugar. Luego viene Ecuador tercero, con 8 mil millones de barriles de reservas probadas, más que el resto de Sudamérica, Centro América y Caribe, juntos. Así es, sumen Argentina, Colombia, Perú, Chile, y la docena y pico de otros países, y entre todos no tienen tantas reservas como Ecuador.
En cuatro meses de gobierno, el Ministerio de Hidrocarburos se ha puesto de acuerdo con contratistas de servicios para que reanuden la inversión, paralizada. Está en proceso de deshacerse del desafortunado contrato con PdVSA por Sacha, en el que nos reservamos el lado estrecho del embudo. Está en proceso de adjudicación de una decena de campos petroleros pequeños que Petroamazonas tenía descuidados. Anuncia una nueva ronda del Suroriente y contratar la segunda fase del ITT. La fórmula, simple. En operaciones con riesgo geológico, contratos de participación. En los contratos de servicios, que las partes compartan el riesgo de la fluctuación de precios. La meta de producción para fines del período presidencial es de 700 mil barriles diarios, señala el Ministro. Es perfectamente alcanzable. La producción está estancada por las malas políticas públicas. Incluso hay amplia capacidad ociosa en el OCP para transportar crudo.
El petróleo como fuente de energía está de salida, dado los avances de fuentes alternativas, en especial la eléctrica para vehículos. Sería un crimen no explotarlo mientras tenga valor, y no convertirlo en dinero para financiar infraestructura, o invertirlo como fondo de pensiones, ahora que se gastaron la plata del IESS.
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