El arzobispo de Quito, Primado del Ecuador, Mons. Fausto Trávez, en ceremonia sin precedentes en la historia nacional, luego de celebrar la Santa Misa en la Catedral Metropolitana, impuso al Vicepresidente Constitucional de la República, Lic. Lenín Moreno, la condecoración Fray Jodoco Ricke, recién instituida por la Conferencia Episcopal. Destacados miembros del clero arquidiocesano, secular y regular, acompañaron a su Prelado en la Eucaristía, seguida con fervor por numeroso público que quiso acompañar al Segundo Magistrado en este reconocimiento que la Iglesia hace a su extraordinaria obra de beneficio social en servicio de los más necesitados y de apaciguamiento cívico ejercido no obstante las dolorosas limitaciones físicas que padece, víctima de grave atentado delincuencial que casi se cobra su vida, recién cumplidos 45 años, impidiéndole desde entonces caminar por sus propios medios. Destacados miembros del Gabinete ministerial, presididos por el Canciller y el Ministro de Defensa, representaron al Gobierno para felicitar al Vicepresidente y agradecer a Mons. Trávez por esta presea que se concede por primera vez.
Cuidadosamente seleccionados los textos de las epístolas leídas por los obispos auxiliares, pusieron de relieve el alto significado que tienen las obras de misericordia, demostración efectiva del esencial mandamiento de amor al prójimo: en especial a los más necesitados: los pobres, los desvalidos, los sufrientes, las personas con discapacidad. El Arzobispo, al proclamar el Evangelio, recordó las palabras de Jesús: “Aquello que hicisteis con los más necesitados, conmigo lo hicisteis, a mí me lo hicisteis”. El coro de la catedral y la excelente tonalidad del órgano resaltaron estas alusiones a la “opción preferencial por los pobres”, con muy buena selección de cánticos religiosos, letras y música que llamaron la atención de todos los presentes, más de una vez tentados a aplaudir.
¡Cuántos pensamientos y reflexiones vinieron a mi mente durante la ceremonia! ¡Qué desfile de contrastes: en vez de vengativos resentimientos y rictus de amargura; perdón, sonrisas, bonhomía y siembra de paz social!
Antes de la bendición final, Mons. Trávez procedió a imponer al Lic. Moreno la condecoración Fray Jodoco Ricke. Al agradecer el Vicepresidente, que no pudo ocultar su emoción, recordó la extraordinaria y ejemplar obra de beneficio social que cumplió el célebre misionero franciscano y flamenco que se consagró al servicio de los indígenas, oprimidos por la conquista: les enseñó a mejorar sus técnicas agrícolas con las europeas, más avanzadas; a leer, a escribir, artesanías y artes, que ellos combinaron con las autóctonas –raíz de la Escuela Quiteña y de Quito Patrimonio de la Humanidad-; trajo el primer trigo que de aquí se expandió a toda América. “Cuando comas, cuando bebas, ¡acuérdate de tu Dios!” se leía en el ceramio que permitió a Fray Jodoco traer el primer trigo.