Consultores

Para mejorar los hatos ganaderos en el Ecuador, el Banco Mundial contrató un reproductor de pura raza que, venido al país, lo ubicaron en medio de estupendas vacas de alto pedigrí y rotundas formas para que cumpla su función. Luego de varios meses sin resultados, el Banco contactó a un ciudadano de la India, que tenía el don de poder hablar con los animales, para que averigüe por qué el gran ejemplar no cumplía con su cometido. A la pregunta sobre su inusual comportamiento, contestó que “él había sido contratado como consultor”.

Esta anécdota que circulaba en la entonces Junta Nacional de Planificación, viene a cuento a propósito de la entrevista al ministro de Finanzas que publicó este diario el 13 de febrero. En ella, el alto funcionario dice, entre otras maravillas, que “Zapatero a tus zapatos. Mi negocio es ser consultor, ese es mi emprendimiento a título individual”.

Afirma también que la reducción de la burocracia no está en sus planes. “Yo sé lo que es que un padre de familia se quede en la calle, viví eso”. Desde luego perder el empleo es un drama, pero cuando las circunstancias exigen no hay alternativa. Al gerente de una empresa privada le duele reducir la plantilla por condiciones de mercado, pero no hacerlo significaría la quiebra de la empresa y la desocupación de todo el personal. En el Estado las consecuencias se ocultan con créditos recurrentes, pero si el problema no se afronta con oportunidad, realismo y valentía, la crisis empeorará y destruirá empleos públicos y privados. Allí están Grecia, Portugal y España. El exceso burocrático en Ecuador es evidente: muchos organismos no indispensables, como la Secom, la Cordicom, la Supercom, un gigantesco Consejo de la Judicatura, decenas de subsecretarios y viceministros, miles de vehículos oficiales, la Senain, convertida en espía de opositores, guardias para ministros, subsecretarios y hasta ex presidentes y familiares que residen en el extranjero.

Insólita también la confesión sobre el uso ilegal de 300 millones de la reconstrucción de Manabí. “Lo otro era cesar los pagos de sueldos. Imagínese que los padres de familia no reciban su sueldo de Navidad. A eso nos enfrentábamos”. Entonces, ¿el cumplimiento de la ley queda a voluntad del funcionario?

A lo anterior, agréguese el criterio correísta de la gerenta del Banco Central (El Comercio 18 de febrero) que propugna poner trabas y limitaciones al comercio exterior para supuestamente defender la dolarización.

Entonces, después de que estas dos altas autoridades económicas han expuesto su pensamiento, surge la pregunta obvia: ¿Más allá de sus capacidades profesionales, a criterio del Presidente de la República, son las personas más idóneas para enfrentar la actual crisis y cambiar radicalmente la política económica de la RC, que ha llevado a la nación a la dramática crisis que hoy enfrenta?

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