Las mujeres y el fútbol

Un estudio anota que la violencia intrafamiliar en el norte de Inglaterra aumentó durante los mundiales del 2002, 2006 y 2010. Cuando el equipo local perdía, la violencia doméstica aumentaba hasta el 38%.

El fútbol fue inventado por los hombres, los equipos están integrados en un 100% por hombres, la FIFA solo ha tenido presidentes, son verdades de Perogrullo. No se conoce hasta ahora la presencia de una mujer en la dirigencia deportiva; perdón, el Aucas tuvo una y la asesinaron. Sin embargo, cada día encontramos más mujeres apasionadas por el fútbol, el deporte más impredecible, que atrae a multitudes y mueve dinero, como el de Brasil.

Este fue el primer torneo que se vivió intensamente a través de las redes sociales, donde las mujeres y sus comentarios fueron mucho más inteligentes que los de muchos “expertos”, más preocupados con el número de zagueros o de arietes que se le ocurrió ubicar en la cancha al director técnico, que de los problemas psicológicos acarreados desde la infancia por el jugador que mordió a un rival.

El periodismo deportivo tradicional fue el gran perdedor. Mientras nos hablaban de tácticas o de “se me cae el alma al piso”, las mujeres analizaban por qué un técnico como Rueda ponía un defensa más cuando lo único que servía para pasar a la siguiente etapa era ganar a Francia. La periodista María Paz Mejía decía en un tuit: “La defensa de Brasil no es más mala porque siempre tendremos a Erazo y Guagua”; pero el periodismo tradicional reiteraba en sus metáforas.

Para los que no se conformaron con los comentarios obvios, este fue el Mundial de Facebook y de Twitter, donde las ideas eran mucho más sutiles, especialmente de las mujeres que, de acuerdo con el criterio machista, saben muy poco de fútbol. Y qué decir de los memes, que se constituyeron en otra forma de comunicación llena de ingenio.

Más preocupados por lo obvio, ningún periodista deportivo se tomó la molestia de averiguar el nombre, la edad y todo cuanto podía aportar la imagen de un niño que besaba una y otra vez la camiseta ecuatoriana y se golpeaba el pecho alentando al triunfo; tampoco pidieron una explicación al inefable y eterno Presidente de la FEF sobre el fracaso de la Selección.

La periodista Sylvia Gómez, con un criterio agudo y sensible, se enfrentó casi sola en las redes al machismo retrógrado. Tal vez a modo de reacción frente a tanta idiotez escribió en su blog “Fútbol en ojos de mujer”, una formidable respuesta al lapidario “cállate, tú no sabes, eres mujer” y a la clásica invitación a la cocina, un sitio, como dice ella, “reservado arcaicamente a nosotras”. Gómez, Mejía, Pástor, Flores, Caicedo, Terán, Ballesteros, De la Torre, etc. son apellidos de mujeres que viven el fútbol intensamente, sin cursilerías y, además, “no se les cae el alma al piso”.