La noticia es sensacional. Ecuador adquiere el 14% de un proyecto petrolero conjunto con Venezuela e Irán en la Faja del Orinoco. La Faja es riquísima en crudo muy pesado; según el Servicio Geológico de los EE.UU. tendría reservas recuperables de 513 mil millones de barriles. Petroecuador se inauguraría en grande en las actividades internacionales.
Esto sería en reciprocidad por el ingreso de Venezuela a Sacha, el más productivo campo de Petroecuador con 52 mil barriles diarios (bpd), una insignificancia frente a la Faja.
Pero la realidad es otra. En artículo reciente en el influyente Middle East Economic Survey (MEES), Tom O’Donnell, experto en la economía política del petróleo en Venezuela, explica lo complicado de la relación de PdVSA con la empresa estatal iraní Petropars.
Desde 2005 Petropars y PdVSA tratan de sacar adelante cinco proyectos, unos en la Faja, otros de gas costa afuera, sin mayor éxito, por los problemas que tiene cada empresa. Petropars, por las dificultades económicas que enfrenta Irán. PdVSA, por su bajísimo nivel técnico luego que Chávez la desmantelara en 2002.
Esto llega hasta cómo comunicarse. Petropars envía técnicos que hablan inglés (no cabe pedirle a los iraníes que sepan español) y los venezolanos no lo hablan.
De todos los proyectos el único que avanza es aquel del campo Dokokubi, en el cual Petroecuador adquirió el 14% de PdVSA, que quedaría con 60% y Petropars con 26%. Esa es la buena noticia.
La no tan buena es que Dobokubi es un campo maduro que alguna vez produjo 20 mil bpd de crudo pesado, pero hoy sólo 6 mil. Por un pelo Dobokubi no calificaría en el Ecuador de campo marginal. El 14% de 6 mil da como 840 bpd para Petroecuador.
Pero hay un plan para incrementar su producción a 40 mil bpd, con inversión cercana a USD2 mil millones. Lo que nos requeriría aportar unos USD280 millones.
Sería bueno que las autoridades informen cuánto dinero habrá que poner (y cuánto saldrá de la venta de lo que ya produce el campo) y que comparen con lo invertido por PdVSA a través de Río Napo en el campo Sacha. No es lo mejor que nos enteremos de estas cosas leyendo artículos publicados al otro lado del mundo.
O’Donnell informa que una delegación iraní tiene previsto visitar la Refinería del Pacífico, proyecto de USD12 mil millones para el que Petroecuador y PdVSA buscan inversionistas. La visita sería de seguimiento a la realizada por Ahmedinejad en enero. “Este es un proyecto conjunto que desde hace mucho está en problemas.”
El Canciller viajó a Teherán. ¿Va a financiar Irán la refinería? ¿O acaso una central hidroeléctrica? ¿Comprarles combustibles? ¿Apoyar su programa nuclear, justo cuando se endurecen las sanciones?
¿Hasta dónde llega nuestro compromiso con el régimen iraní?