El Ministerio de Agricultura se embarcó en el cambio de matriz productiva. Tiene un ambicioso plan para sustituir importaciones y promover exportaciones agropecuarias.
Es un plan sensato, a juzgar por la presentación Power Point. Se destaca la necesidad de incorporar tecnología a los actuales procesos productivos, la intensificación sostenible de la productividad, reforzar la investigación, promover nuevos productos.
Con interés, busqué qué se dice de dos productos andinos: el trigo y la quinua.
El trigo, porque preocupa que se interprete la política de soberanía alimentaria como autarquía alimentaria, y que se insista en incrementar la producción de trigo, en la que la orografía nos hace ineficientes.
La quinua, porque es un producto originario de los Andes, ahí sí cumplimos con los requerimientos orográficos; sin ser cereal, llena el mismo nicho en la dieta alimenticia que el trigo. Además fue en Latinreco, el centro de investigación que décadas atrás tuvo Nestlé en nuestro país, que se trabajó con las diversas variedades de quinua hasta dar con una variante que no tuviera su característico sabor amargo y que por lo tanto fuese atractivo a los paladares de otras latitudes.
En ambos casos, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, MAG, sigue el camino que en mi criterio es el correcto. Más allá de incluir al trigo en un cuadro de productos cuya importación hay que sustituir, no se menciona programa alguno para fomentar su cultivo, a pesar que sólo de la partida de “trigo, los demás” en 2012 importamos 419 000 toneladas, a USD 159 millones.
En cambio, para la quinua se tiene un ambicioso programa de aumentar la siembra en la Sierra central hasta alcanzar 16 000 hectáreas en 2017. La producción, de niveles minúsculos este año, llegaría a unas 15 000 toneladas en 2014, que se exportarían; el consumo local es de sólo 600 toneladas.
No es necesaria una gran campaña de introducción. Basta ofrecerla: en los países del norte la quinua ya no es un alimento exótico sino un genérico.
Se prevé que en 2013, Estados Unidos importará unas 31 000 toneladas, el doble que en 2011. La falta de oferta es lo que detiene el crecimiento. Perú y Bolivia, que producen unas 80 000 toneladas, no se alcanzan para abastecer el mercado. En los supermercados de Estados Unidos, no se la consigue a menos de USD 4,5 por libra.
La quinua se ha hecho fama de alimento saludable; a diferencia del trigo, no tiene gluten. En la alta cocina, donde los alimentos a base de arroz se denominan risotto, hoy se ofrecen alternativas en base de quinua con el nombre de quinotto.
Debe preverse que el mercado siga en alza. La ONU declaró al 2013 el año internacional de la quinua. Para el Ecuador, que 2014 sea el año que se inicie su exportación, y que abra el camino a la prosperidad en zonas deprimidas de los Andes centrales.