Eventual diálogo en Venezuela

La noche del Domingo 29 de octubre tuvo lugar la primera reunión oficial entre autoridades venezolanas y representantes de la Mesa de Unidad Democrática MUD, que ha sido descrita como un “primer encuentro para el inicio de un eventual diálogo”. Resultado de gestiones del Papa Francisco con el Presidente Maduro, esta exploración inicial de la posibilidad de diálogo sustantivo, facilitada por un delegado del Vaticano y por el Secretario General de Unasur, contó con la presencia de los tres ex presidentes de España, Panamá y República Dominicana, quienes desde hace meses intentan articular un proceso de diálogo en Venezuela.

En este primer encuentro, las partes acordaron establecer cuatro mesas de trabajo que abordarán importantes temas incluidos la verdad, justicia, derechos humanos y reparación de víctimas, problemas económicos y sociales, la generación de confianza, el cronograma electoral.

También acordaron disminuir el tono del debate político, que se revise la situación de los políticos encarcelados, y mejorar el abastecimiento de alimentos y medicinas.

En esta misma columna, en ocasiones anteriores, he cuestionado las declaraciones de los gobiernos del Ecuador y de otros países de nuestra región a favor del diálogo como camino hacia la solución del drama venezolano. Las he cuestionado porque he tenido y aún tengo serias dudas de si existe, en el Presidente Maduro y en su gobierno, la honesta apertura hacia el ¨”Otro” y la sincera voluntad de conciliar que dotan de seriedad a cualquier diálogo. Ilustra el por qué de mis dudas la declaración de la Ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela Doña Delcy Rodríguez, en la XXV Cumbre Iberoamericana en Cartagena de Indias, pocas horas antes de que se instale en Caracas aquel primer encuentro. Dijo la Ministra, “Los que hablan de que el modelo de Venezuela fracasa, sólo tienen que revisar las estadísticas y los números en educación. Pero claro, esto no lo dirán los medios de comunicación que promueven la histeria colectiva internacional contra Venezuela.”

¿Se dará en las mentes del Presidente Maduro, la Ministra Rodríguez y demás miembros de su gobierno el cambio que se requiere para que acepten que no se trata de una “histeria colectiva internacional promovida contra Venezuela”? ¿Podrán llegar a acuerdos que concilien sus aspiraciones con las de la oposición? El Alcalde de Caracas, representante del gobierno en el primer encuentro, ha dicho que “está naciendo una posibilidad cierta de que sea la paz la que se imponga para siempre sobre la violencia y sobre los violentos,” y, además, que “ésta es iniciativa del Presidente Nicolás Maduro.” ¿Será verdad?
Sabemos, porque lo hemos visto, que los seres humanos somos capaces de cambiar. Estoy dispuesto a mantener una cauta esperanza. Ojalá no resulte ilusa.

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