Ante el inmovilismo del Gobierno en materia de comercio exterior, sugerimos hacer 4 acciones: 1) si después de tres años vamos a tener abundante energía barata se debe promover la atracción de inversión extranjera para industrias pesadas de alto consumo energético, 2) para dar trabajo a nuestros jóvenes se deben instalar industrias de ensamblaje o de tecnología mediana para exportación con exoneración de impuestos, pues éstos no se exportan, 3) localizar nuevas producciones orientadas a los mercados no solo de Ecuador, sino de Colombia y Perú, que están abiertos con cero aranceles en virtud de la integración andina, más el mercado de Venezuela en base a un acuerdo comercial de largo plazo y 4) Invertir más y mejor en publicidad para atraer turistas (en Europa no hay ni siquiera un afiche del Ecuador).
En esta década se terminarán las preferencias comerciales para el Ecuador, por tanto es fundamental que el comercio exterior se base en nuestra propia productividad y no depender de compensaciones estatales inciertas, ya que la tendencia mundial es ir a un comercio administrado en donde el peso de los aranceles disminuya. Además, pronto habrá un megaacuerdo entre Europa y Estados Unidos que cambiará las reglas del comercio internacional.
Además, negociar un Tratado Comercial con EE.UU. será imposible si no hay arreglo en los contenciosos con empresas de ese país como la OXI. Tampoco será posible llegar a un acuerdo con la Unión Europea si no estamos dispuestos a abrir nuestro mercado para la totalidad de los productos y si no aceptamos las normas que acordaron Perú y Colombia.
Hemos hecho poco para mejorar la calidad del comercio exterior, pues la matriz tradicional de las exportaciones persiste mientras las importaciones de productos terminados crecen sin cesar. El cambio de la matriz productiva se hará tarde, mal o nunca, porque el país todavía no está preparado para grandes proyectos, ni tiene inversionistas privados predispuestos ni recursos humanos idóneos.
Hasta tanto hagamos lo que se pueda. Aplicando el Código de la Producción, facilitemos la pronta instalación de industrias sencillas de exportación con cero impuestos, para crear empleos remunerativos.
Una estrategia prometedora sería atraer inversiones directas con tecnología mediana procedentes de Japón, China. India, Corea o Rusia. Para eso hay que ofrecer rentabilidad y algo más que el mercado ecuatoriano, consolidando el mercado abierto que tenemos en Colombia, Perú y eventualmente Venezuela.
Si las plantas hidroeléctricas comienzan a generar energía barata, el Ecuador podría atraer inversiones para hacer productos que demanden mucha energía. Debemos hacer algo importante en turismo que termine con el inmovilismo y la inercia de nuestro comercio exterior.