Algunos empresarios del sector turístico de Esmeraldas reconocieron hace pocos días que la mala calidad de sus servicios, los altos precios y la falta de una buena infraestructura han ahuyentado a los turistas de sus playas desde fines del año pasado.
Pareciera que recién se dan cuenta que había estos problemas, cuando siempre han existido, y las quejas y reclamos de los visitantes no han sido pocos.
Ahora que no llegan los viajeros están desesperados en reuniones, para encontrar una salida a esta crisis, que se acentuó en los dos últimos feriados de Carnaval y Semana, porque no arribaron los turistas. Tradicionalmente, las playas de Esmeraldas, especialmente las de Atacames, han sido las preferidas de los turistas de la Sierra, sobre todo de Quito.
Sin embargo, en Carnaval apenas llegaron 15 000 viajeros de los 40 000 que se esperaban. En Semana Santa les fue peor:
4 000 personas se quedaron durante esos tres días cuando la proyección era atraer a por lo menos 20 000, según el balance de la Cámara Provincial de Turismo.
La tarde de ayer, los empresarios se reunieron por tercera vez con las autoridades municipales y gubernamentales para definir una agenda de trabajo con el fin de mejorar la atención al usuario; hay una mayor preocupación, porque ya se acercan las vacaciones escolares de la Sierra, la temporada más importante que les deja ingresos, que sostienen al sector durante el año.
Esmeraldas tuvo que sufrir esta crisis, para darse cuenta que el turista no había sido tratado como se lo merecía. Desaprovecharon el ‘boom’ turístico que vivieron durante muchos años y poco hicieron por convertir a sus playas en las mejores, con servicios de calidad en sus hoteles y restaurantes.
Para colmo de males, esa tendencia también ha sido alterada por la crisis económica, el invierno que ha destruido las vías, las enfermedades de la chikungunya y el zika, entre algunos factores.