Hay una ‘epidemia’ de perros llevados sin traílla en La Carolina, a pesar de la Ordenanza explícita sobre la obligación de llevar sujetos los perros y las perras, en los lugares públicos.
Existe un gran número de propietarios de estas mascotas quienes, aduciendo al “derecho a la alegría y a la libertad” de sus animales, insisten airadamente en no cumplir la Ordenanza en el interior del parque.
Esto hace supremamente incómoda la asistencia a los bellos potreros y arboledas por parte de quienes, civilizadamente, sí cumplimos con la Ordenanza.