Para Proveflor, evento que tuvo lugar la semana pasada en el Centro de Exposiciones, se me pidió que pase revisión a las políticas públicas, desde el punto de vista floricultor. Pensando como floricultor, mi evaluación fue alarmante.
Las políticas públicas se adoptan en función exclusiva de objetivos sociales. No se considera su impacto sobre las actividades productivas, entre ellas la floricultura.
Caso a destacar: el alza pronunciada de salarios y la búsqueda del salario digno, en circunstancias que la floricultura es intensiva en mano de obra, 10 empleados por hectárea. De no ser por la debilidad del dólar, posiblemente las flores ecuatorianas hubiesen perdido competitividad frente a sus competidoras como consecuencia de las alzas salariales.
Política agrícola. El Plan del Buen Vivir es contrario al desarrollo de la agricultura como actividad empresarial. Que más bien se debe propender a la producción cooperativa o en pequeños predios. La floricultura es uno de los sectores más modernos del sector agrícola, por lo que se la condena como el caso más visible de “una nueva fase de proletarización del agro ecuatoriano”.
Comercio exterior. Las flores se venden preponderantemente a los países “ricos” del hemisferio norte: Norteamérica y Europa, tanto la Unión Europea como Rusia. Las flores ecuatorianas se han beneficiado de las preferencias Atpdea de EE.UU. y del SPG de la U.E. Pero ambos son programas temporales.
Es probable que el Atpdea, hoy expirado, se renueve retroactivamente. Pero se lo hará por una última ocasión a la vez que se aprueba el TLC con Colombia, y mientras que se perfecciona la implementación de este acuerdo. O sea, en el mejor de los casos, dejaremos de tener acceso preferencial en dos años, mientras nuestro competidor, Colombia, las tendrá aseguradas permanentemente.
La U.E. tiene previsto introducir cambios radicales al SPG a partir de 2014, para excluir a los países de nivel de consumo medio-alto según la calificación del Banco Mundial. Eso excluiría al Ecuador.
La floricultura, entre otros sectores, necesita consolidar su acceso preferencial a EE.UU. y U.E., como lo han hecho Colombia y Perú. Pero cuando la Ministra de la Producción estuvo en Bruselas tratando de rescatar algún acuerdo, su labor fue torpedeada desde el Palacio de Najas.
En cambio, con Venezuela firmamos un amplio acuerdo comercial que en el caso de las flores, inmiscuye a Caracas en la exportación de flores ecuatorianas.
Es inaceptable que el gobierno nacional ignore la importancia para la economía del país del surgimiento y consolidación de la floricultura, como exitoso sector exportador. Las políticas públicas deben impulsar la expansión de las exportaciones privadas, entre ellas las florícolas, y no lo contrario.