Ensueño de la paz

El tema de la paz estuvo muy presente durante la iniciación del segundo período del presidente colombiano Juan M. Santos.

Hubo momentos de limitadooptimismo pero no faltaron los de pesimismo. ¿Se viene un nuevo fracaso del diálogo entre el Gobierno y las FARC? ¿Hay posibilidades reales de un acuerdo histórico con la guerrilla que celebró en julio sus 50 años de actividad? ¿Fue un error de Santos o va en pos de la consagración, recorriendo por un camino sinuoso pero esperado? Las numerosas y selectas delegaciones de más de 100 países formularon votos para que el proceso culmine pronto y positivamente. El Ecuador ofreció su colaboración para que funcione el diálogo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, también iniciada en los años sesenta, con influencia de la revolución cubana.

Durante la jornada no faltaron las expresiones inquietantes. “Se está acabando la paciencia. La guerrilla está advertida”, dijo el reelegido. La guerrilla planteó sus quejas y sus dudas. Pero también funcionaron las esperanzas anotando los puntos favorables y varios avances registrados en el diálogo iniciado el 12 de octubre del 2012. La mayor oposición proviene del expresidente Alvaro Uribe, pero los santistas rememoran que también Uribe mantuvo conversaciones secretas con la guerrilla que fracasaron.

Así lo muestra la historia. Fueron varios los intentos anteriores -entre ellos el del 2002, en el Caguán- que no llegaron a un final positivo. Los adversarios opinan que la guerrilla acepta reunirse con el Gobierno, pero lo hace para ganar tiempo y recuperarse. En el caso actual hay versiones de que, luego de la arremetida uribista, las FARC están más disminuidas que nunca. Usando esta opinión, Uribe insistió para que su exministro de Defensa y actual Presidente persista en la solución armada. Pero Santos prefirió mostrar su espíritu pacifista y su creencia de que la lucha antiguerrillera sigue siendo compleja, pero es preferible avanzar por los caminos del dialogo, pese a enfrentar temas tan problemáticos como las drogas, los secuestros, las víctimas, la reincorporación a la vida civil con participación política, los capítulos agrarios y otros.

En medio de las evidentes dificultades para llegar a la paz se mantienen las expectativas, siempre con el anhelo y la esperanza de que un país de las características de Colombia marche sin estas perturbaciones. Los colombianos saben que están disputando el tercer puesto en América Latina en lo económico y es una nación de futuro con su millón de kilómetros de territorio y 48 millones de habitantes. Si bien es cierto que no han faltado los abusos y excesos oligárquicos, las ofertas gubernamentales de Santos son positivas. Las FARC y el ELN surgieron allá por 1964 durante el gobierno del presidente conservador Guillermo León Valencia y ya en la vigencia del Frente Nacional conservador liberal. El presidente Santos llega con un proyecto de suprimir la reelección presidencial y fijar el período en seis años. Su examigo y rival Álvaro Uribe le mira con rabia desde el Congreso.

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