Una década después de adoptada la histórica Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, estos todavía tienen por delante enormes desafíos, alertó un grupo de entidades especializadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los Estados deben pasar de las palabras a la acción para terminar con la discriminación, la exclusión y la falta de protección, esto último se evidencia en el alto número de asesinatos de defensores de derechos humanos, reclamaron antes del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora este 9 de agosto.
El comunicado fue divulgado en conjunto por el presidente del Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas, el Mecanismo de Expertos de la ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y la relatora especial de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas.
“Ya pasaron 10 años desde que la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el instrumento internacional más completo sobre derechos humanos de los pueblos indígenas”, recuerdan expertos y especialistas. “La declaración, que llevó más de 20 años de negociaciones, es en la actualidad un modelo de progreso, un marco para la reconciliación y una referencia en materia de derechos”, reza el comunicado.
Pero una década después, tenemos que reconocer los grandes desafíos que quedan por delante. Las dificultades que afrontan en la actualidad son, en demasiados casos, luchas y violaciones más graves que las que sufrieron hace 10 años.
Los indígenas todavía soportan racismo, discriminación y un acceso desigual a servicios básicos, como atención médica y educación. Y en los casos en que hay datos, se ve claramente que siguen rezagados en muchos frentes, sufriendo un grado de pobreza desproporcionadamente elevado, menor esperanza de vida y peores resultados en materia educativa.