Aunque para algunos expertos este total es exagerado, 11 666 478 ciudadanos están habilitados -según datos oficiales- para elegir Presidente y Vicepresidente de la República, 137 asambleístas y cinco representantes al Parlamento Andino, en los comicios de mañana, que son cruciales para el futuro del país.
La Constitución dispone que se elegirán 15 asambleístas nacionales y 2 por provincia más 1 por cada 200 000 habitantes o fracción que supere los 150 000, de acuerdo con el último censo.
Estas elecciones tendrán algunas diferencias en relación con las anteriores. Por primera vez se aplicará el sistema de distritos en las tres provincias con mayor número de habitantes del país: Guayas, Pichincha y Manabí, lo que ha causado cierta confusión en buena parte de los sufragantes, que no tienen suficientemente claro cuántos legisladores tienen que elegir ni quiénes son los candidatos en la jurisdicción correspondiente.
También habrá la posibilidad de reelegir de manera inmediata al actual Presidente-candidato, con lo cual, en caso de ganar, sumaría diez años ininterrumpidos en el poder. Como antecedente histórico, en el siglo XIX el conservador Gabriel García Moreno fue reelegido para un período consecutivo de seis años, conforme la Constitución conocida como “Carta de la Esclavitud”, pero no llegó a posesionarse porque pocos días antes, esto es el 6 de agosto de 1875, fue asesinado.
La Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas de la República del Ecuador-Código de la Democracia establece que triunfará el binomio presidencial que obtenga mayoría absoluta (50% más uno) de los votos válidos emitidos (sin nulos ni blancos) o que alcance el 40% y una diferencia mayor a diez puntos porcentuales sobre la votación de los candidatos que se ubiquen en segundo lugar. Si no se cumple ninguna de las dos condiciones se realizará la segunda vuelta el 7 de abril.
Una espada de Damocles para las organizaciones políticas es el peligro de cancelación de la inscripción a los partidos que no obtuvieren por lo menos el 4% de los votos válidos en dos elecciones pluripersonales consecutivas a escala nacional y en el caso de los movimientos políticos el 3% en su respectiva jurisdicción. Según las proyecciones de voto dadas a conocer por diversas encuestadoras dentro del período permitido por la ley, varias agrupaciones políticas corren riesgo de no alcanzar ese mínimo.
Estamos en víspera de un suceso importante, en el que son protagonistas los candidatos y los electores, que tienen en sus manos el destino de la patria y que, por tanto, deben meditar su voto y entregarlo a quienes demuestran respeto, honorabilidad, capacidad, espíritu de trabajo y verdadero afán de cambio en beneficio del pueblo ecuatoriano. Un derecho y una gran responsabilidad.