George Bush dejó la barra bastante alta; yo pensaba que pasaría mucho tiempo antes de que un nuevo líder le dispute el podio de máximo representante de lo peor. Cierto es que Mariano Rajoy de España no carga con el peso de las muertes y la destrucción de Bush; pero el español tiene otro estilo de ser malo.
En la categoría de quienes aparentan ser prosistema, pero al mismo tiempo realizan la gestión más antidemocrática y déspota posible, Rajoy es el absoluto campeón. Rompe las barreras de lo imaginable y se sitúa en las arenas de lo descarado, lo absurdo y lo soez.
Demos algunos ejemplos. España está sacudida por un escándalo de corrupción del partido político de Rajoy, que aparentemente recibió durante décadas donaciones ilegales de empresarios que buscaban contratos públicos, y ese dinero se repartía a través de una contabilidad B a los altos cargos del partido. Dentro de los supuestos favorecidos estarían el actual Presidente, así como Aznar.
Rajoy no responde a preguntas, ni da la cara. Dio unas declaraciones en la sala de prensa del partido desde una pantalla de plasma para no tener que enfrentarse a las preguntas de los reporteros. Estas evasivas, desesperantes para la opinión pública española, han llevado a que los periodistas le hagan las preguntas en las ruedas de prensa que se realizan conjuntamente con otros mandatarios. Así, Rajoy, quien tanto abogaba por la protección de la “marca España”, se ve sistemáticamente preguntado por la corrupción mientras está en presencia de otros presidentes. Es así que ha dado perlas como “todo es falso, salvo alguna cosa que se ha publicado”, al lado de Merkel.
O la última, en rueda de prensa del Consejo de Europa, donde se preguntó acerca de la entrada en prisión del extesorero de su partido, Rajoy respondió: “Ya … tal”. Eso, dos adverbios para responder a una cuestión acuciante para la gente.
Durante el debate de las elecciones dijo “lo que no llevo en mi programa, no lo hago”. Pues su presidencia ha sido una cadena de todo aquello que criticó duramente a su antecesor y que no figuraba en su plan.
El año pasado Nigel Farage, un eurodiputado inglés dijo en un discurso ante el Parlamento europeo: “Habiéndole escuchado (a Rajoy) durante las últimas dos semanas, diciendo que no habrá un rescate (para España de la Unión Europea) tengo el sentimiento que, después de todos sus enredos y embustes, debe ser el líder más incompetente de toda Europa, y decir esto es mucho porque la competencia es bastante recia”.
No estoy de acuerdo, en Europa hay una gran clase política. Pero Rajoy es un contendiente de peso mundial, aquí sí que hay una competencia seria y el español tiene las de ganar. Lo peor es que cuenta con una mayoría absoluta en el Parlamento que lo protegerá frente a cualquier ataque.