Los últimos ensayos nucleares de Corea del Norte volvieron a poner en duda la eficacia de la “paciencia estratégica” adoptada por el presidente estadounidense Barack Obama en su primer periodo de gobierno.
Tras las pruebas atómicas subterráneas del martes 12, en las que Pyongyang habría usado una mayor fuerza explosiva que en los anteriores ensayos de 2006 y 2009, tanto los “halcones” como las “palomas”, los sectores más y menos belicistas en Washington respectivamente, demandan un cambio de enfoque del mandatario.
“La explosión nuclear prueba que la política estadounidense ha sido un fracaso y que se necesita un nuevo sendero”, opinó Michael Auslin, del neoconservador American Enterprise Institute. Auslin pidió más agresividad para impedir que Pyongyang desarrolle armas de destrucción masiva o tecnología para misiles, así como algún tipo de castigo a China si se niega a cooperar.Washington, dijo, debe “declarar que la contención es nuestra política, y amenazar con una represalia abrumadora para acabar con el régimen de Kim (Jong-un) si Corea del Norte usa cualquiera de sus armas de destrucción masiva contra nosotros o nuestros aliados”.
Joe Cirincione, presidente del grupo prodesarme Ploughshares Fund, sostuvo que Washington debía entablar un diálogo con Pyongyang. “Creo que la política de paciencia estratégica, de no hablar con ellos, ha fracasado”. “En la mayor parte de los últimos 12 años, durante los cuales Corea del Norte realizó cuatro pruebas con misiles de largo alcance y tres ensayos nucleares, no hablamos con ellos. Cuando lo hicimos, no realizaron pruebas”.
También “debe haber otra ronda de sanciones y más presión, pero no esperemos que eso funcione” por sí solo, dijo a IPS.
Los ensayos norcoreanos desataron fuertes protestas de las grandes potencias, incluyendo a China, el más cercano aliado de Pyongyang.
Obama, de quien se esperaba que anunciara nuevos planes para reducir unilateralmente el arsenal nuclear de Washington en su discurso anual del Estado de la Unión el martes por la noche, señaló que las pruebas norcoreanas eran “altamente provocativas”, y llamó a la comunidad internacional a tomar una “acción firme y creíble”.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas ONU, el martes, declaró que las pruebas fueron una “clara amenaza a la paz y la seguridad internacionales”.
“Esas provocaciones no le traerán más seguridad a Corea del Norte”, dijo Obama, quien luego se comunicó con el saliente presidente surcoreano Lee Myung-bak para confirmar el compromiso de Washington con Seúl en materia de defensa nuclear.
“Si Corea del Norte sigue haciendo pruebas como estas, iniciará un debate en Corea del Sur y en Japón sobre si estos países deben también construir sus propias armas atómicas”, señaló el experto Joe Cirincione.