En 1999, las familias ecuatorianas acogieron a unos 305 000 recién nacidos. Esa cifra se constituye en una de las más altas de las últimas dos décadas. Ahora ellos han cumplido la mayoría de edad y en los próximos diez años serán quienes más empleo demanden en el país.
¿El mercado laboral está o estará preparado para acoger a esta población? Por ahora no. Actualmente cuatro de cada diez desempleados en el Ecuador son jóvenes y quienes cuentan con un empleo adecuado apenas alcanzan el 9% de la población. El tema inquieta y esta situación no se resolverá únicamente reactivando al sector de la construcción, si se deroga la ley de plusvalía.
Gobierno, empresas y academia debaten sobre las opciones que se pueden presentar, para responder a uno de los momentos más complejos en esta transición demográfica. Sobre el tapete se incluye a la educación técnica, como un mecanismo que contribuya a incentivar a esos jóvenes que buscan empleo y al mismo tiempo, atender a las empresas que buscan mano de obra calificada.
Precisamente este tema se abordó en el primer programa de Diálogos y Debates. Se trata de una iniciativa que promueven Grupo Faro , EL COMERCIO la Corporación Líderes para Gobernar, con el objetivo de contribuir al análisis y plantear salidas a los asuntos que más interesan en el país.
Crear comités que trabajen para fortalecer las potencialidades productivas locales -con apoyo de los gobiernos autónomos descentralizados-, impulsar la formación dual, dar mayor valoración académica al trabajo técnico o que el sector público y el privado sean corresponsables en la formación técnica, son parte de las alternativas que plantearon los invitados al programa y que se deberían considerar para activar la educación técnica.
Pero el debate no queda allí. En el sitio web de Ecuador Decide se acogen ideas y posturas sobre el tema. Lo más importante es crear un verdadero sistema de formación técnica y tecnológica. Además, la cuarta revolución industrial ya nos pisa los talones.