Uno de los espacios de deliberación educativa más interesantes creados en los últimos años, es el Consejo Asesor de las Metas Educativas al 2021, suscritas por todos nuestros gobiernos en el marco de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
Dicho Consejo es un foro amplio y plural integrado por 33 organizaciones y entidades de 21 países, en cuyo seno dialogan estudiantes, padres y madres de familia, sindicatos docentes, cooperación internacional, investigadores educativos, empresarios, iglesias, mujeres, indígenas, afrodescendientes, y redes ciudadanas.
El mencionado Consejo se reunió a fines del mes de agosto pasado en México D.F. para realizar un seguimiento a las Metas y emitir un pronunciamiento que fue leído en la XXIV Conferencia Iberoamericana de Educación con la presencia de ministros y ministras de educación.
En el referido pronunciamiento, el Consejo destacó una tendencia común de todos nuestros países: avances significativos en acceso y matriculación, particularmente, en primera infancia y primaria; aumentos importantes de presupuestos educativos y persistencia de problemas estructurales en calidad educativa y desigualdades que afectan a los más pobres, a los pueblos originarios, afrodescendientes y discapacitados.
En base a esta situación el Consejo Asesor llama a enfrentar los desafíos poniendo atención en los más jóvenes: “los sistemas han de ampliar las oportunidades educativas, conectar mejor con el mundo del trabajo y garantizar que las carreras técnico-profesionales posibiliten acceder a la formación de nivel superior”. Otro viejo desafío es enfrentar el tema docente: “necesidad de que los docentes cuenten con la formación adecuada, salarios dignos y una carrera atractiva”.
En el ámbito de la calidad preocupan las evaluaciones… “Cuando se reduce la calidad a resultados de los estudiantes en test de aprendizaje, se pierde de vista tanto la complejidad de los procesos educativos como las condiciones socioeconómicas y culturales en las que tienen lugar el aprendizaje… Las evaluaciones deben también reconocer y valorar la diversidad cultural de los pueblos y no agregar elementos de discriminación… para descalificar a los profesionales y estigmatizar escuelas y estudiantes. Es necesario hacer un esfuerzo intelectual para ampliar el debate sobre la calidad educativa que es, esencialmente, la expresión de una concepción del sentido de la educación”.
Se debe ir a la construcción de un concepto contemporáneo de calidad educativa. “Esa definición debe emerger de la reflexión y de un consenso social sobre el concepto de calidad educativa que tenga un enfoque de derechos humanos, la pedagogía crítica latinoamericana, y la diversidad de tradiciones culturales de nuestros pueblos, atentas a los vínculos entre la sociedad y el medioambiente”.