El video debe investigarse

La divulgación de imágenes de un video donde se ve a supuestos soldados instruyendo a civiles ha dado que hablar.

Durante una semana los ecuatorianos han comentado esta curiosidad que además suscitó una pieza de propaganda (o contra propaganda) y hasta una indagación ordenada por el Fiscal General de la Nación.

Todo para que los actores que aparecen en las imágenes -dos activistas vinculados al Régimen- minimicen el hecho diciendo que se trata de entrenamiento boy scout o de un inocente picnic.

Los hechos que se registran muestran a dos soldados en un entrenamiento a civiles. ¿Ellos imaginan un escenario en la Plaza Grande y cómo responder ante manifestantes que presuntamente los acosan? No debemos olvidar que el uso de la fuerza es monopolio del Estado, que es prerrogativa exclusiva de la Fuerza Pública y que para los soldados el resguardo de las fronteras en aras de preservar la soberanía y la integridad territorial es la prioridad; mientras que la Policía es la encargada de guardar el orden público.

Por eso es que este episodio de brumosa explicación podría ser, para entendidos, parte de una operación sicológica, un elemento distractivo entre tantos debates de temas de fondo en materia de la economía y de la lucha política. Ni una acción civil que se parezca a un entrenamiento militar (¿paramilitar?) debe ser tomada a la ligera, ni caben citas de boy scouts ni picnics. Es algo serio, ¿ se lo toma a juego?

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