El editorial del Diario EL COMERCIO (15, mayo) se refirió a esta institución constitucional; mencionó a los veedores que se encargaron del caso de los supuestos contratos del hermano del presidente Rafael Correa, y al informe documentado que presentaron en Contraloría, señalando: “pero no solamente no se tomaron en cuenta sus recomendaciones sino que fueron acusados por la Fiscalía de emitir falso testimonio en su reporte final (…)”.
A su vez, en la misma fecha, el reportaje “ola de críticas por el juicio contra los cuatro veedores”, precisa -contradictoriamente- que hay: “demanda por perjurio, y que “fueron acusados por Fiscalía de supuesto falso testimonio”. Los dos son delitos diferentes: a) perjurio, cuando al declarar, confesar o informar ante autoridad pública, se falta a sabiendas a la verdad, con juramento de ley; y, b) falso testimonio punible, cuando se lo hace aquello sin juramento de ley. En la especie, los cuatro veedores fueron imputados por Fiscalía de supuesto delito de falso testimonio punible, como bien lo dijo el editorial de marras.
En el proceso se establecerá -a base de pruebas- si hay delito, y la supuesta responsabilidad de aquel cuarteto veedor. No se trata de un caso político; sino del ámbito de jurisdicción y competencia de la administración de justicia penal.
Espero que mi carta, al amparo de la libertad de expresión que dizque está amenazada, sea publicada.