El fallo contra diario El Universo y sus directivos despertó interés en muchos países del mundo. El presidente Rafael Correa, con su demanda y con el despliegue de poder en un juicio que se suponía de naturaleza particular, logró instalar en la opinión pública de todas partes el tema que se ha debatido durante los últimos 5 años en el Ecuador: la libertad de expresión.
Dos organismos de alta importancia planetaria y continental hicieron un pronunciamiento oficial y conjunto para mostrar su preocupación por la situación en el Ecuador. Las relatorías de la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos siguen de cerca el asunto y se interesan especialmente tras la sentencia contra El Universo. El documento dice que se estableció hace más de una década la utilización del derecho penal para sancionar expresiones sobre funcionarios públicos vulnera el artículo 13 de la Convención Americana que protege la libertad de expresión.
Otros organismos de vigilancia y protección del trabajo periodístico reaccionaron. Reporteros Sin Fronteras (RSF), desde París, calificó la sentencia como un desastre. El Comité de Protección de Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, dijo que la sentencia es un retroceso para la democracia en Ecuador y mostró su indignación.
La Asociación Mundial de Periódicos sostiene que se trata de un arma para intimidar toda voz crítica, mientras la Fundación Andina para la Observación de Medios apunta que la sociedad se queda sin opción de debatir. La amplia cobertura de prensa como la de BBC de Londres, diario El País de Madrid, BBC de Londres, CNN y NTN24 horas, entre muchos medios más, muestran lo delicado del asunto.