Dos caras: el triunfo del presidente Mauricio Macri y la derrota de Cristina Fernández.
Cambiemos, la plataforma de varias fuerzas del centro a la derecha que llevaron a la Casa Rosada a Mauricio Macri, logró un triunfo histórico.
Si hasta hace dos meses la economía no le favorecía y la inflación sigue siendo un gran problema, algunos signos recientes son alentadores. Cambiemos nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyo Gobierno encabezó con éxito el empresario y dirigente deportivo, hasta llevarlo a la Presidencia.
Pero la fuerza arraigada de un peronismo que lucía sempiterno cobró en la figura de la ex presidenta Cristina Fernández, la cara más dura de la oposición. Ella obtuvo una curul pero su fuerza se ve mermada en ambas cámaras y la plataforma de Macri es ya la primera minoría. Aunque a Macri eso no le alcance para imponer cambios legislativos y deba buscar alianzas.
Macri se proclamó ganador, Fernández se proclamó cabeza de la oposición. Las raíces del mismo origen peronista están lastimadas. Massa, ex senador y funcionario de Néstor Kirchner, sigue liderando una tercera fuerza disminuida. Randazzo, ex ministro de la señora de Kirchner, deja ver sus profundas diferencias con la exmandataria, que se negó a terciar en las primarias con él.
Los guiños al viejo justicialismo provincial no le alcanzaron a la señora, muchos de esos peronistas pragmáticos preferirán alianzas con el Gobierno. Así, Macri buscará la reelección.