La política económica requiere de pasos seguros y de señales claras para afrontar el complejo panorama fiscal.
Mientras las urgencias están cifradas en conseguir al menos USD 2 000 millones hasta finales de año para cumplir con el programa económico 2017, los esfuerzos deberán encaminarse a reducir el déficit fiscal.
Para financiar el gasto público, en los últimos cuatro meses del año se prevé acudir a un nuevo crédito con el Fondo Latinoamericano de Reserva ( FLAR), concretar nuevos desembolsos de multilaterales y, de ser necesario, acudir a nuevas preventas petroleras.
Queda por saber si la ejecución y observación del decreto de austeridad -que para un año calendario se estima en USD 1 000 millones de ahorro- podrían casi cerrar la brecha, aunque hay distintas opiniones sobre el monto total del déficit fiscal de este año.
Habrá que esperar los nuevos esfuerzos por mejorar el perfil de la deuda con los acreedores -plazos y tasas de interés- y completar el mapa con los gestos que generen confianza. Solo así se podrá disminuir el riesgo país y construir un escenario para afrontar, por ejemplo, una primera parte del año 2018, compleja por los vencimientos de la deuda que hay que honrar sin dilación.
Además, el resultado de las mesas de diálogo y ciertos cambios legales que piensa explorar el Gobierno en la Asamblea pueden completar el nuevo escenario para superar los estragos de la contracción y la crisis heredada.