Mauricio Rodas no pierde tiempo. Esta semana hizo dos visitas trascendentes. Fue a Guayaquil y antes estuvo en Cuenca.
L as reuniones con los alcaldes Jaime Nebot y Marcelo Cabrera, de tendencias políticas diferentes, son muestra de la apertura ya esbozada por el A lcalde electo, cuando asistió a una reunión con el presidente Rafael Correa y decenas de alcaldes electos , el 23 de febrero.
La clave de la democracia no es la voz unívoca entre iguales o coidearios, es saber convivir con quienes tienen ideas diferentes en un marco de respeto, como ha sucedido históricamente en esta capital donde rara vez Presidente y Alcalde han sido del mismo partido.
La lección de Paco Moncayo, Jaime Nebot y Fernando Cordero fue un signo decidor que ahora continúa Rodas con el gesto de la visita.
La propia entente que llevó a Rodas a la Alcaldía no es una amalgama ideológica sino una alianza entre diversos. Su principal sostén político es un dirigente que viene del centro izquierda, fue militante de Pachakutik: Antonio Ricaurte.
Por lo demás, el propósito de la cita con Jaime Nebot, más allá de aquello que no trascendió, tiene por objeto asimilar experiencias donde el Municipio de Guayaquil ha tenido aceptación y resultados.
Hablaron los alcaldes de los problemas comunes (seguridad, movilidad, contaminación). Nebot abrió sus puertas a cooperar con sus experiencias y planes. Mauricio Rodas puede tomar aquello que considere provechoso para los vecinos de Quito.