La aprobación de la Ley de Comunicación que afecta seriamente a la libertad de expresión, fue recibida con estupor por la prensa mundial y provocó la reacción de organismos de defensa de derechos humanos reconocidos a nivel planetario. Llama la atención la coerción al derecho de los legisladores de oposición a expresar su disidencia, origen y naturaleza de la práctica parlamentaria en democracia.
Human Right Watch, prestigiosa organización de derechos humanos dijo: “Las disposiciones y censuras de demandas penales contra periodistas son claros intentos de acallar las críticas”. El Comité de Protección de Periodistas (CPJ) expresó consternación, habló del último paso en el deterioro de la libertad de prensa en el Ecuador y tildó de contradictoria a la Ley con las garantías constitucionales. La Sociedad Interamericana de Prensa sostuvo que la Ley consagra la violación a los derechos humanos y la censura previa y convierte a Rafael Correa en el ‘Gran editor’. Andiarios, que agrupa a 53 periódicos de Colombia, editorializó titulando: ‘¿Estocada a la prensa en Ecuador? Y observó que sería un duro golpe a la libertad de expresión, información y prensa en el mundo entero. El País, el influyente diario español, destaca que Correa crea el delito del linchamiento mediático.
Mientras tanto, fuera de la Asamblea se alzó una tarima donde los oficialistas cantaban y bailaban por la ‘democratización’ de la comunicación.