La noticia del premio World Travel Award para Quito fue bien recibida como un aspecto positivo y esperanzador de esta hora. El premio es considerado como el ‘Oscar’ del turismo y durante nueve años consecutivos lo ostentó Río de Janeiro.
Su entrega a la capital ecuatoriana genera una oportunidad magnífica para trabajar conjuntamente por mantenerlo y convertirlo en un valor, no solamente cultural y emotivo sino económico para los vecinos de esta franciscana ciudad.
Las 380 manzanas del Centro Histórico son el argumento cultural que fundamenta la entrega de este galardón. Su preservación y cuidado deben comprometer a las autoridades nacionales y municipales, a las empresas privadas dedicadas al turismo y a la restauración y desde luego a los habitantes, para potenciar este premio y mejorar las condiciones de vida.
En una ciudad viva hay problemas en cuya solución todos debemos aportar. La seguridad es uno de ellos. Otro aspecto es la limpieza, en la cual tenemos un déficit. Hay que esmerarse también en la infraestructura y en la calidad de los servicios hoteleros, para recibir mejor a más visitantes.
Hay que trabajar todos juntos en la mejora de la infraestructura, las vías de acceso al centro, los espacios destinados a convenciones, para que el maravilloso paisaje y su tesoro arquitectónico sean admirados cada vez por más cantidad de turistas del mundo, y de ese modo honrar el nuevo reconocimiento. ¡Manos a la obra!